jueves, 30 de julio de 2015





floresta 
reunión de cosas agradables y de buen gusto 
tragicomedia ligera          

autor: GUILLERMO CARLOS YANÍCOLA

a Ceci, Andrea y Ceci, Musas que inspiraron esta obra.
                         
floresta Del latín foresta, de foras, fuera.
Delirio a trío.
Absurdo del río.
Obra para tres actrices.
Teatro de texto.

Personajes:
Hija Que Limpia
Hija Que Espera
Madre
Doctor Amenábar

                
                   

La Hija Que Limpia limpiará de diferentes modos: juntar ropa, cepillar el piso, sacudir cobijas, barrer, lavar utensilios, ropa; podrá también realizar actividades de reparación y arreglo de una casa: martillar, clavar, serruchar, revocar paredes, etc. 
                   
La Hija Que Espera estará  esperando, se peinará, mirará por la ventana y deambulará por la escena sin ni siquiera darse cuenta de los trabajos de su hermana.
                   
La Madre alternará dos estados: uno, el de lucidez, en donde hablará. El otro, el de absoluto mutismo y quietud, sentada en su silla como una ameba imbécil.

El personaje del doctor Amenábar será representado por un muñeco.

Las actrices serán las encargadas del recorrido escénico del doctor. Lo guiarán por el escenario a su antojo.  

Cada personaje tendrá sus objetos y su lugar en escena.


La Hija Que Espera tendrá su lugar hacia el centro de la escena. Tendrá un pequeño mueble de juguete donde habrá relojes,  y un banquito de madera. Estará atada al banquito con una soga. Será su banquito de esperar.

La Hija Que Limpia tendrá su lugar a la derecha del espectador, donde guardará sus implementos. Puede ser un baúl, escobero o un banquito de madera sin respaldo y una ubicación para los objetos.

La Madre tendrá una  silla a la izquierda del espectador.



La escenografía será una tela blanca de fondo.
El vestuario será en distintos tonos de blanco.
En la madre, lujoso pero viejo.
En la Hija Que Limpia, de trabajo.
En la Hija Que Espera, de dormir, o de cumpleaños de quince, o de comuniòn.



Blanco sobre blanco.


Todo será rústico, despojado, venido a menos, sin tiempo.

Puede tener tonos del siglo XVIII, XIX y principios del XX.


Los demás objetos están indicados en el texto.


Entre escena y escena la luz bajará, las actrices tocaran tenues campanitas y cantarán una música sin letra, una nana inventada por ellas, melancólica y breve, el tiempo suficiente para hacer los cambios escénicos necesarios y dar una separación.


Disfrutar del tener que decir tanto texto tan barroco y tanto y tan rebuscado.
El texto que se parodia a si mismo.

Todo tendrá un tono clownesco, paródico y humorístico excepto donde se indique.
Los textos estarán dichos sin pausa entre uno y otro excepto donde se indique.
Trabajar con el ritmo propio del texto. Las palabras y su música.
Los intérpretes no utilizarán ningún tipo de máscara.



El destino último del humor es la tragedia.

Teníamos buenas intenciones, pero la obra fue donde ella quiso.
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Reunión de cosas agradables y de buen gusto floresta
ESTRENADA EN EL TEATRO EL CARELLA, RIVADAVIA 2574 MAR DEL PLATA EN ENERO DE 2003
Hija Que Limpia CECILIA TERRADO GIL
Hija Que Espera MARÍA ANDREA ETCHEVERRY
Madre CECILIA LEONARDI

REPOSICIÓN ENERO 2005

Hija Que Limpia DANIELA SILVA
Hija Que Espera MARÍA ANDREA ETCHEVERRY (REEMPLAZO: VIVIANA GIMÉNEZ)
Madre CECILIA LEONARDI





 (Mientras ingresa el público, Las actrices en su ubicación, de espaldas, en silencio, casi en absoluta quietud, en actitud del personaje; con una luz muy baja, semejante a la que se utilizará entre escena y escena. Una voz en off, masculina, repetirá pausadamente y en tono neutro el siguiente texto, en sinfín)

Todo ocurre en una casa. Hay una Madre viuda y sus dos hijas. Gente de alcurnia, estirpe y abolengo. Un pasado glorioso. Un presente de oprobio. A partir de la muerte del marido, la fortuna de la familia ha mermado. Están en la absoluta pobreza. La salud de la madre ha decaído y su cerebro no responde bien. Una de las hijas, la Hija Que Limpia, limpia. La otra hija, la Hija Que Espera, espera que su amado retorne de la batalla. El hambre invade la escena. Contaremos aquí los últimos tres días de la historia. Todo ocurre en esos tres días. Todo ocurre en una casa. Hay una Madre viuda y sus dos hijas. Gente de alcurnia, estirpe y abolengo. Un pasado glorioso.... (etc)

Inicio: apaga luz de sala, cesa la voz. Luz tenue  y las actrices hacen sonar campanitas leves. Luego cantan la nana.

Voz en off: Uno. El Primer Día.

(Juego de desplazamientos y pedazos de textos de la escena que va a continuación, como si la obra hubiese empezado con un gran error de coordinación de las actrices. Luego se detienen, vuelven al punto inicial y recomienzan, se detienen y vuelven a recomenzar. Se detienen y va el siguiente texto:
* (Mientras no dicen su texto La Hija Que Limpia, limpia; La Hija Que Espera, se peina; La Madre, yace como autista)

Madre: (Veloz, sin separación entre oraciones) Alcurnia, estirpe, abolengo, Nuestro apellido es sólo esas tres palabras: alcurnia, estirpe, abolengo, honor. Hijas mías, hoy, a pesar de la particular situación económica que nos toca vivir, debemos afrontar las contrariedades con holgura, con dignidad. Sólo esas tres palabras: Holgura, dignidad. Gracias a vuestro padre, que en paz descanse, don Floreal Federico Ferdinando Fabián Francisco Flores de la Costa, alias fifí, hemos vivido aquí, comiendo maní, los buenos días de la abundancia, aquellos de las onerosas tertulias y los placenteros derroches, aquellos de codearnos con la gente que es más gente, la que por lo menos dos apellidos lleva. Hoy, todo es distinto: lo ancho de nuestra vida se ha vuelto angosto, lo opíparo, escaso, lo vivo, muerto. Viuda yo, huérfanas ustedes, al no poder suplir la ausencia monetaria de mi difunto esposo, que en paz descanse, don Floreal Federico Ferdinando Fabián Francisco Flores de la Costa, el fifi, nos aprestamos a vivir en la pobreza. ¡Qué humillación! ¡Qué gran humillación la de tener que acostumbrarnos a una vida austera después de tantos años de haber reventado los panes de manteca contra el techo! ¡Qué absoluta humillación! (llora) Hoy, sólo nos queda nada, más que ir muriendo de a poco. Sin embargo, todavía queda algo, algo de valor: éstos cinco dientes de oro con los que ahora muerdo, son el único testamento de un pasado glorioso, y por ello han de permanecer en mi boca hasta el fin de los días. Así lo hubieras querido, querido e ido don Floreal Federico Ferdinando Fabián Francisco Flores de la Costa, o sea fifi. Moriremos de hambre si es preciso, pero ni aún así habrán de verme vendiendo al kilo mi brillante, límpida y finísima dentadura. Sólo esas tres palabras: dentadura.

Hija Que Limpia: ¡Mamá no sabe lo que dice! Es presa de un raro tipo de mal senil, combinado con sordera, mal de Alzheimer, incontinencia, arterio esclerosis múltiple y sarnilla. Tiene momentos de lucidez, tiene momentos de lucidez... pero la mayor parte del tiempo se la pasa así, tirada en esa silla como una ameba imbécil.

Hija Que Espera: ¡Las velas de Ayolas! ¡Las velas de Ayolas!

Hija Que Limpia: ¡Ahí está la otra, ahí la tienen! Ella es mi hermana melliza. ¡La odio, la odio con toda mi alma! ¡No hace más que peinarse y mirar por la ventana todo el día! Mientras tanto soy yo quien debe ocuparse de mantener la casa limpia, de lavar la ropa y de atender a mi madre enferma, yo sola, todo yo sola. (La Madre babea en su silla y gime sonidos desarticulados) Ya voy mamá.

Hija Que Espera:  ¡Las velas de Ayolas! Es bueno que lleguen justo en esta primavera de la vida mía. Mi prometido viene en aquel barco. Si tan sólo él se quedara... unos días...  que hermosos aquellos geranios... y estas azucenas... qué fragancia más dulce la de las  azaleas... que perfume el del jazmín... te estoy esperando amado mío, aquí te espero...

Hija Que Limpia: Ya casi no tenemos para comer, queda muy poco en las alacenas, no tenemos dinero, y tú ocupada en tu pelo y en tu amor, entérate querida que esos tiempos de bonanza ¡Ya pasaron! ¡Ya se fueron!

Hija Que Espera: ...debes saber que el amor verdadero jamás se pasa... Mi amado muy pronto llegará. Es rico quién tiene amor... ¿qué importa si no tengo para comer...? (ríe como loca) cuando mi amado llegue, nos alimentaremos del mutuo resplandor de nuestras miradas y beberemos el néctar de las flores más hermosas de nuestro jardín...  que bellas están las calas... y los claveles... cuán florecidos...

Madre: ¿Y qué hay para cenar?

Hija Que Limpia: Abolengo, estirpe y ensalada de Alcurnia. Y un poco de pan de ayer, ya no queda un mísero centavo...

Madre: Por la memoria de tu padre... ¿te estás burlando de nuestra tradición? (Busca cosas) ¿Dónde está el bastón de mi Floreal Federico Ferdinando Fabián Francisco Flores de la Costa, dónde está el escudo heráldico de mi fifi, dónde está su sable corvo?

Hija Que Limpia: Empeñamos todo Mamá, ¿Cómo cree que comimos los últimos tres meses? Ya no queda en esta casa nada que se pueda vender. (Se le ocurre algo) A no ser... (Sugiere comerciar con su cuerpo)
Madre: Ni lo sueñes, olvida esa idea espantosa ya mismo, debemos conservar el honor de la familia. Por nada en el mundo empeñaremos mis dientes.

Hija Que Limpia: Pero... (Para sí) ah... no lo había pensado... no se me había ocurrido... me había olvidado de los dientes. (A la madre, decidida) ¡Mamá, mamá! No hay otra alternativa: hay que empeñar la dentadura...

Madre: ¡Jamás!

Hija Que Espera: ¿Qué cosa es necesaria más que el amor? ¿Qué importa que comience a ponerme escuálida y a sentir mareos de hambre si ya pronto vendrá mi amado? Miren (se asoma a la ventana) allí... el General Roca ha vuelto de su campaña, mi amado retorna con él, es parte de su ejército. Me cubrirá de gloria y honores, me regalará un ramillete de violetas y otro de margaritas... hará para los dos un lecho de rosas y... ¡Oh, miren!: Rosas, el Restaurador, viva la Santa Federación, mi amado es uno de sus hombres, retorna ya a casa amado mío, deja de dar muerte a los salvajes unitarios. Vuelve a mis brazos, te prepararé un té de manzanilla para que te repongas de la batalla, con las fresias y las siemprevivas haremos un centro floral para nuestra mesa... y con ese alimento estaremos colmados y satisfechos ¡Aquí estoy amado mío, aquí te  espero...!
(Semi apagón, campanitas leves, y nuevamente cantan la nana)



Voz en off:    Dos. La Noche Del Primer Día. La Última Cena.
(La Hija Que Limpia agita una campana que suena locamente)

Hija Que Limpia: ¡A comer! (tira la campana)

( Acciones circenses para esta situación: La Hija Que Limpia lleva un plato con puré de papas la Hija Que Espera quiere comer, la Hija Que Limpia la esquiva, la Hija Que Espera insiste, la Hija Que Limpia la empuja, la Hija Que Espera sale despedida hasta el baúl de la Hija Que Limpia, comienza a desordenarle las cosas del baúl. La Hija Que Limpia que comenzaba a dar la comida a la Madre, corre a quitar a la Hija Que Espera  de su baúl. La Hija Que Espera sale despedida y comienza a dar giros interminables, hasta que queda nuevamente sentada en su banquito. Y Mira a la Madre y a la Hija Que Limpia que todo ese tiempo estuvieron observándola. La Hija Que Espera  comienza a peinarse. La Hija Que Limpia se dispone a dar de cenar a su Madre, cuando va a Hacerlo, la Madre se queda mirándola. Le sonríe.)

Hija Que Limpia: ¡La comida Mamá!

Madre: ¡Papa!

(La Hija Que Limpia intenta hacer comer a la Madre, pero la Madre no puede sostener el plato, ni la cuchara, juego clownesco con eso. Hasta que la Hija Que Limpia logra que la Madre sostenga la cuchara y comience a elevarla hacia su boca.)  La Madre se lleva un bocado de puré de papas a la boca con la cuchara, no puede embocarlo, se pone la cuchara llena de puré en la nariz.)

Hija Que Limpia: ¡Qué vieja de mier................!

Hija Que Espera: (suspiro) he visto los agapantos y las lilas...

Hija Que Limpia:¡Y esta pelotú.......................................!
Madre: (se lleva un bocado de puré de papas a la boca con una cuchara, no puede embocarlo, el bocado se desliza y finalmente cae; queda con la cuchara inmóvil cerca de la boca)
Hija Que Limpia:  ¡Qué vieja chooot.................................!
Hija Que Espera:: (suspiro) y los jacintos y las dalias...
Hija Que Limpia:¡Y esta enfer..............................!
Madre: (se lleva un bocado de puré de papas a la boca, no puede embocarlo, el bocado se desliza. Comienza a tirar puré para arriba. Lluvia de puré. La Hija Que Limpia corre a tratar de quitarle la cuchara y el plato. En tanto la Hija Que Espera, intenta agarrar los pedacitos de puré en el aire. La Hija Que Limpia le quita el plato a la Madre y lo apoya en el suelo. La Madre se levanta, golpea accidentalmente a la Hija Que Limpia y las tres se trenzan en una lucha por la cuchara y el puré, La madre mete accidentalmente el pié en el plato de puré que estaba en el piso. La acción se detiene. La Hija Que Limpia quita la cuchara, quita el plato y va hacia el baúl a guardarlos. En tanto la Hija Que Espera, hambrienta intenta comer de la suela del zapato de la Madre. La Hija Que Limpia interrumpe y sienta a su hermana en su lugar y se lleva a su madre a la silla. Se reestablece el orden.)
Madre: (mientras la Hija Que Limpia la lleva a su silla) papa, papa, caca, papa, caca, papa, noni. (la Hija Que Limpia la acomoda para dormir, la Madre se duerme)
Hija Que Limpia: ¡Pobre vieja imbécil! ¡Pobre vieja enferma! Tan sucia y degradada. Tan arruinada y decadente. Tan espantosamente horrible, que no sé para qué sigue viviendo... ¿No es esto que digo cierto mamá...? ¿Entiende usted lo que estoy diciendo? ¡Conteste si está en sus cabales! ¿Es esa, la que usted lleva una vida? ¿Puede acaso un ser desear que la corrupción de sus sentidos llegue a tanto? ¿Vale la pena seguir viviendo así? ¿Vale la pena mamá? ¿No es más digna acaso la muerte que este absurdo permanecer de paramecio errático? ¿Eh? ¿Qué sentido tiene la vida para un ser que se cae a pedazos y que por ello se vuelve un estorbo ineludible para su hija más buena? Si... Yo... ¡Yo...! la que se la pasa fregando los platos que ensucia ella. La que limpia a golpe de escoba y lampazo cada baldosa marcada por la indeleble huella de su osamenta milenaria...! La que quita a baldazo limpio hasta el último resquicio de sus abnegados despojos...! ¡La que soporta el hedor incólume de sus peores excrecencias...! ¡Yo! Sí... ¡Yo...! La víctima, he de convertirme en victimario. Mamá: tu hora ha llegado, tu hora final. Con éstas, las mismas manos de lavar tus sábanas, te daré la muerte. Será como un regalo para ambas: Para ti: un pasaje a mejor vida. Para mí: una límpida, finísima y brillante dentadura.
Ahjajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajá.
(se escuchan ruidos, entra la Hija Que Espera)
Hija Que Limpia-: pero... ¿Quién es? ¿Quién está ahí?
Hija Que Espera-: (entra) Soy yo hermana. Discúlpame... quizá interrumpo tus limpiezas, ¿o tal vez estabas rezando por la salud de nuestra madre?
Hija Que Limpia-: (voz baja, al público) La odio, la odio con toda mi alma. (A su hermana) No, No, pasa.
Hija Que Espera-: Me asomé a la ventana, pero mi amado aún no llega. No debo impacientarme. La paciencia es el don de quien sabe esperar. Él seguramente continúa batallando, o tal vez no termine aún de cruzar el ande. O... quién sabe, quizá ya haya iniciado el viaje de regreso; Sí: él regresará pronto. Los Realistas no podrán resistir el embate insospechado de Cancha Rayada. Seguramente, después de la victoria, será condecorado por el general y con esos honores vendrá a buscarme. Él nunca se tarda, nunca ha faltado a su palabra (silencio, espera, pausa). Iré a dormir ahora. Mañana será un día muy largo, debo descansar. Todavía tengo mucho que esperar. Mañana me peinaré y esperaré disfrutando de la beldad de los heliotropos y la dulzura de las alhucemas; de la bondad que emana el clavel del aire y de la grata sorpresa de la dama de noche...
Hija Que Limpia-: Bueno, como quieras. Hasta mañana. (Hija Que Espera sale) (Aparte) ¡Mi hermana! Debo tener cuidado, casi descubre mi malévolo plan. Y eso no debe suceder. Ella no debe sospechar nada. Fingiré preocuparme por la salud de mamá, así ella no sospechará de mí.  Aunque... sí... pensándolo bien... Le haré cree que mamá está cada vez peor, para turbarla y distraerla. Lograré que ella misma pida que venga el doctor, yo iré a buscarlo  y tramaré el resto. Es una idea brillante... Aquí una hija matará  a su madre, y esa no seré yo.
(Semi apagón, campanitas)




   voz en off: Tres. El Segundo Día.

Madre-: Alcurnia, estirpe, abolengo. Nuestro apellido es sólo esas tres palabras: Tradición. Honor, estirpe, alcurnia. Sólo esas tres palabras: abolengo. Uno, dos, tres. Sólo esas palabras: Números. 1, 2, 3. Sólo números: palabras. A, B, C. Sólo tres. Tradición, estirpe, honor. Estoy mucho mejor.
Hija Que Espera-: Mamá no sabe lo que dice. Es presa de un raro tipo de mal senil. Una enfermedad absurda.
Hija Que Limpia-: ¿No te parece que mamá está cada vez peor? Habría que llamar al médico para que venga a verla.
Hija Que Espera-: ¡Qué raro! ¡Tú preocupada por su salud!
Madre-: Salud, dos, tres. Sólo esas tres palabras: una enfermedad absurda.
Hija Que Espera-: Tiene momentos de lucidez.
Hija Que Limpia-: Si, tiene momentos de lucidez, pero... ¿No te parece que mamá está cada vez peor? Habría que llamar al médico para que venga a verla.
Hija Que Espera-: El doctor Amenábar
Hija Que Limpia-: El doctor Amenábar
Madre-: El doctor Amenábar. (Babea) lindo...
Hija Que Limpia-: ¿No te parece que mamá está cada vez peor? Habría que llamar al médico para que venga a verla.
Hija Que Espera-: El doctor Amenábar
Hija Que Limpia-: El doctor Amenábar.
Madre-: El doctor Amenábar. Lindo tipo.
Hija Que Espera-:  Tiene momentos de lucidez.
Hija Que Limpia-: Sí, tiene momentos de lucidez, pero... ¿No te parece que mamá está cada vez peor? Está muy reiterativa, no sé... como decrépita.
Madre-: Reiterativa, reiterativa, no. Reiterativa, reiterativa reiterativa no. Y decrépita, decrépita lo que se dice decrépita yo me siento bien, estoy mucho mejor.
Hija Que Limpia-: ¿Ves? ¿No te parece que mamá está cada vez peor?
Hija Que Espera-: Habría que llamar al médico para que venga a verla.
Hija Que Limpia-: Si vos lo decís.
Hija Que Espera-: El doctor Amenábar.
Hija Que Limpia-: El doctor Amenábar.
Madre-: El doctor Amenábar. Lindo Tipo de Hombre.
Hija Que Espera-:  Si vos lo decís.
Madre-: Yo me siento bien, reiterativa: no; y tampoco decrépita. Yo me siento bastante mejor últimamente.
Hija Que Espera-: ¿Qué dijo?
Hija Que Limpia-: Nada, nada (trata de ocultar a la madre de los ojos de su hermana)...dice cosas, incoherencias, está delirando, hoy no comió casi nada...
Madre-: Hoy me siento en forma, mucho mejor. Reiterativa, no, o tal vez, decrépita nunca. Reiterativa: puede ser, pero bien, mucho mejor.
Hija Que Espera-: ¿Qué dice?
Hija Que Limpia-: Nada, nada. (Trata de ocultarla, la madre se mueve deportiva)
Madre-: Mucho mejor, mucho mejor, realmente bien. Podría salir a correr. Podría ir trotando al ágape en la mansión de los Montessi Guerniscle, gente de gran abolengo, estirpe alcurnia y honor. Sólo esas tres palabras: Montessi Guerniscle.
Hija Que Limpia-: Shhh... Shhh.... Mamá... ¡No sabe lo que dice! ¿Ves? ¿No te parece que mamá está cada vez peor?
Hija Que Espera-: Habría que llamar al doctor Amenábar para que venga a verla.
Hija Que Limpia-: Ya que insistís. Voy yo. Mamá está en la silla. Mirala, que no se caiga. (La madre yace cual cosa; la Hija Que Espera mira a la madre durante un tiempo sorprendente)
 Hija Que Espera-: No, no se cae. Mi amado pronto llegará... le espera un triunfo seguro en Vilcapugio y una gran victoria en Ayohuma. Traerá trofeos de guerra para homenajearme. Dicen que el general al mando alinea a sus hombres bajo una bandera con los colores del cielo. Cuando mi amado regrese me traerá de regalo una flor de ceibo, roja como un corazón... Pensamientos, junquillos y malvones, madreselvas, glicinas y begonias; gasañas, caléndulas y lirios, jazmín del país, flor de azúcar y amapola, corona de novia, flor de cidro y rosa mosqueta, lavandas, escaramujos y calceolarias, nardos, nenúfares y onagras, peonías, gerberas y flor de malva,  flor de lis, de lino y laurel, flor de granado, de tilo y de azufaifo, la flor de la verbena, la flor de la canela el ciclamen, las petunias, las camelias, las violetas de los alpes...
Madre-: El doctor Amenábar (se oyen ruidos).
Hija Que espera-: y un montón más de otras flores cualquiera. El doctor Amenábar. Amado mío: cuando regreses el doctor Amenábar ya se habrá ido.
Madre-: El doctor Amenábar. Lindo tipo de hombre. Alcurnia, estirpe, Amenábar.
(Semi apagón, campanitas, las actrices cantan la nana)





voz en off: Cuatro. El Segundo Día, Más Tarde.

Hija Que Limpia-: (Mientras limpia inventa una canción con la siguiente letra)

Si logro que sea mi hermana

quien aseste el golpe mortal a mamá,
es decir si puedo hacer que ella se convierta
en la autora material del crimen,
habré logrado las siguientes dos cosas a saber:
A)      deshacerme de mi madre para siempre.
y B) que se culpe de asesinato a mi hermana.
Gracias a que esto suceda lograré:
1)       que mi hermana se pudra en la cárcel de por vida  a pesar de ser inocente
y 2) que no se me declare culpable a mí.
(fin de la canción)
... creo que el plan es perfecto; sólo me falta resolver un punto. Llamémosle equis. ¿Cómo convenceré a mi hermana para que sea ella quien aseste el golpe mortal a mi madre? Hmmm... 

Madre-:(La Madre juega con un cajoncito de donde saca escombros y los observa, como si estuviera viendo un álbum de fotos viejas)  Alcurnia, (toma un escombro) Oh... esta pieza perteneció a la chimenea de la casa de campo de los Garlangue Sarletta... ¡Cuántos recuerdos!... y éste... (toma otro) un fragmento de la mampostería del haras de Pichiquiti Etchegoyena de Utirbe e Iturbe... mirá ¡Mirá!... qué preciosura... un pedacito del hangar de los Ezequieli Liberundi de Garchondo...
Hija Que Limpia-: Mamá ¿Qué está haciendo?
( La Madre toma el último escombro y lo maneja como si fuera un avioncito. La Hija Que Limpia corre detrás de ella. El avioncito se queda sin combustible y paulatinamente va dejando de volar hasta caer en el cajoncito de los escombros de la Madre)
Madre-: ¿No ves? Estoy viendo fotos... (Toma un nuevo escombro) Mirá, acá está tu padre. Don...
Hija Que Limpia-: don Floreal Federico Ferdinando Fabián Francisco Flores de la Costa, fifí.
Madre-: No.
Hija Que Limpia-: Claro que no. ¿Cómo podría estar mi padre ahí mamá? ¡Deje eso, deje esos escombros! (intenta quitárselos, forcejean)
Madre-: No, ¡No! Estos son mis recuerdos, y nadie puede quitármelos. Y si no me creés, fijate.
Hija Que Limpia-: ¿Qué?
Madre-: Acá, este es tu padre. (Las dos contemplan el escombro)
Hija Que Espera-: (irrumpiendo eufórica) ¡Allí viene! Puedo verlo desde aquí. ¡Finalmente, después de tanto esperar!
Hija Que Limpia-: ¿Tu amado ha llegado?
Madre-: ¿Tu amado ha regresado?
Hija Que Espera-: No. Es el doctor Amenábar.
Hija Que Limpia-: El doctor Amenábar.
Madre-: El doctor Abolengo.
Hija Que Limpia-: Se me acaba de ocurrir.
Hija Que Espera-: ¿Qué se te acaba de ocurrir?
Hija Que Limpia-: El doctor Amenábar.
Madre-: ¿Pero qué estás diciendo? ¿Cómo se te puede ocurrir un doctor? Los doctores no se le ocurren a la gente. Los doctores se reciben.
Hija Que Espera-: ¿Qué? ¿Qué se te acaba de ocurrir?
Hija Que Limpia-: (silencio) El doctor Amenábar. Nada. No se me ocurrió nada. Ya voy a abrirle.
(Las dos hermanas se acomodan la ropa, se revisan, se preparan)
Madre-: (observando un escombro de su colección, a la Hija Que Espera, en voz baja. La Hija Que Limpia no escucha el siguiente diálogo) ¿Te acordás de don Teodoro, el zapatero?
Hija Que Espera-: No.
Madre-: Aquel hombre pobre que se murió aplastado por el derrumbe de la torreta de la mansión de los Urdimbre de Salagüete Martinández. ¿Te acordás?
Hija Que Espera-: No, no me acuerdo.
Madre-: (mirando al escombro) Yo si.
(Bajan las luces, casi un Apagón) 
(La Hija Que Limpia sale, se detiene con el texto siguiente)
Hija Que Espera-: ¡Espera! (suben luces)  Dijiste que se te acababa de ocurrir algo... ¿Qué es?
Hija Que Limpia-: (pausa) Nada. (Sale)
Madre-: El doctor Abolengo, el doctor Abolengo, lindo tipo de nada.
Hija Que Espera-: ¿Y usted mamá? ¿Qué espera?
Madre-: Un hombre. Un Hambre. ¡Tengo un Hambre!
Hija Que Espera-: ¿Qué?
Madre-: Lindo tipo de Hambre, de Hombre. Hambre de hombre, de nada. Nada. Ya no espero nada.
Hija Que Espera-: Yo sin embargo sí espero... ¿Sabe que espero mamá?
 Madre-: No. ¿Qué?
Hija Que Espera-: Espero a mi amado que pronto llegará.
Madre-: Uy diós...
Hija Que Espera-: Ni bien regrese anunciando a viva voz la victoria de la Triple alianza, me ofrendará la flor del Irupé y una estrellita de Belén y un atillo de campanillas y otro de bignonias; fucsias y jazmín del cabo y tacos de reina; derramará sobre mis sábanas melifluos azahares y me comparará con la flor celeste del jacarandá, me subirá a su corcel y me llevará con él a vivir a Floresta, (pausa) allí tendremos nuestra casita. Recogerá brotes de cretonas de los prados y me los ofrendará. Ya falta poco, sé que falta poco para ese día en que mi hombre llegue.
Madre-: Un hombre.
Hija Que Espera-: Si mamá, espero a un bello hombre.
Madre-: No, digo que ahí viene tu hermana con un hombre.
Hija Que Espera-: (eufórica) ¡Es el doctor Amenábar!
Madre-: El doctor Amenábar, ¡Qué hambre!
(Entra la Hija Que Limpia con el doctor Amenábar)
Hija Que Limpia-: ¿No le parece doctor que mamá está cada vez peor? Había que llamarlo a usted para que viniera a verla.
Hija Que Espera-: (Lasciva) ¡Doctor Amenábar!
Hija Que Limpia-: (Esquivando a su hermana) Venga por acá doctor, venga por acá. (Se ponen frente a la madre, pausa) ¿No le parece que mamá está cada vez peor?
(El doctor comienza a revisar a la Madre. Las dos hijas se acomodan el cabello y las ropas. Juego de competencia de belleza entre ellas. En tanto no perciben que la madre sorprende al doctor y lo seduce. La Madre tiene un arranque sexual y caníbal con el doctor)
Madre-: ¡Que rico que está, Doctor Amenábar!
(En un momento el doctor logra salir. La madre sigue sola, no percibe que el doctor ya no está. El siguiente texto se inicia cuando el doctor se desprende de la madre)
Hija Que Limpia-: ¿Ya la revisó doctor? ¿Ya la revisó? ¿No es cierto doctor que mamá está cada vez peor? Venga Póngase cómodo haga la receta aquí. Voy a preparar algo para tomar. Un refrigerio.
(La madre sorpresivamente se duerme y ronca) (La Hija Que Espera avanza sobre el doctor)
Hija Que Espera-: (seductora) doctor Amenábar... ¿Qué dice usted? (espera la respuesta) (Luego dice a público:) No, no dice nada.
Hija Que Espera-: (sigue avanzando) ¿Se siente bien? ¿Se siente cómodo? ¿Vio las flores de mi jardín? (doble intención, a cada flor que nombra exhibe una parte de su cuerpo) ¿Qué le parecen los rododendros, Vió que lindas están las Aljabas y la rosa china? ¿Vió cómo se me agrandaron las magnolias, debe ser la  época del año? ¡Mire qué hermosas hortensias! ¡Qué bonitos narcisos! ¡Las Lágrimas de la Virgen! Mmmm... Y los copetes ¡¿Y el conejito?! ¿Vió que tengo un tulipán? ¿Dónde está mi conejito? (Cuando están a punto entra la Hija Que Limpia)
Hija Que Limpia-: ¡Salí tarada! (los separa) doctor Amenábar, tómese una copita (Sirve de una botella en una copita de vidrio, pero de la botella salen escombros, acusa y se pregunta:) Pero...¿ Qué es esto? (tira los escombros de la copita al suelo, entre las piernas de los espectadores; va a su lugar a dejar la botella y dice los siguientes textos) ¿No es cierto doctor que mamá está cada vez peor? Habría que recetarle algo fuerte... Un somnífero, algo que la relaje mucho. Ella no puede conciliar el sueño (se escuchan los ronquidos de la madre) Quiero decir... (seductora) que si usted pone en esa receta algo como para dormir a un mastodonte yo podría... bueno, tal vez usted sabe (le ofrece sus favores) (la Madre despierta y  posee sexualmente al Doctor Amenábar)  yo podría hacerle cosas... mañana por la noche... podríamos vernos...en algún lado...los dos solos... (El doctor escapa de la madre, ésta continúa como si él aún estuviera con ella) Vamos doctor, ¡Llene esa receta, como un hombre! (El doctor escribe en la receta y sale corriendo) Adiós doctor Amenábar.
Hija Que Espera-: ¡Doctor Amenábar!  ¡No se vaya!
Hija Que Limpia-: (lo alcanza, aparte) ¡Pero doctor Amenábar, no puso en la receta el medicamento que le pedí...! (El doctor sale) Pero ¿Qué hace? ¿Por qué se va así?
Hija Que Espera-: Eso, Llévese un ramito de nomeolvides ¡Todavía no se vaya!
Hija Que Limpia-: (mira la receta) ¡Doctor, No me deje así!
Madre-: (éxtasis) ¿Ya se va?  No se vaya doctor No, no, Todavía no ¡No me deje así!

(Semi apagón, campanitas)






Voz en off: Cinco. La Noche Del Segundo Día, El Sueño, Los Sueños.

(Las tres Mujeres duermen, Las dos hermanas mellizas hablan en sueños una a cada lado de la escena, verticales. La Madre duerme en el centro del escenario, en su silla, horizontal. Una lluvia de pequeños escombros y polvillo cae del cuerpo de la madre. Esta lluvia se mantiene constante. Finaliza cuando la Madre comienza su parlamento)

Hija Que Limpia-: mirá, está lloviendo
Hija Que Espera-: mirá, estallo viendo
Hija Que Limpia-: mamá... ¡Está llamando!
Hija Que Espera-: estalla amando.
Hija Que Limpia-:  mirá, está lloviendo
Hija Que Espera-: estallo amando, estallo viendo.
Hija Que Limpia-: es tallo, viendo
Hija Que Espera-: mamá está mal
Hija Que Limpia-: mamá está bien
Hija Que Espera-: está mal
Hija Que Limpia-: está bien
Hija Que Espera-: está mal
Hija Que Limpia-: está vieja
(pausa)
Hija Que Espera-: antes todo era distinto
Hija Que Limpia-: ahora todo es igual
Hija Que Espera-: ¿Igual a qué?
Hija Que Limpia-: Igual a antes.
Hija Que Espera-: Si, pero antes todo era distinto
Hija Que Limpia-: ahora todo es igual
Hija Que Espera-: ¿Igual a qué?
Hija Que Limpia-: Igual a antes.
Hija Que Espera-: Sí, pero antes todo era muy distinto
Hija Que Limpia-: ahora todo es muy igual
Hija Que Espera-: ¿Muy igual a qué?
Hija Que Limpia-: Muy igual a muy antes, mirá está lloviendo
Hija Que Espera-: estallo viendo
(pausa)
Hija Que Limpia-: ¡Mamá! ¡Está llorando!
Hija Que Espera-: Mamá estalla orando, Mamá está mal
Hija Que Limpia-: está bien
Hija Que Espera-: está mal
Hija Que Limpia-: está vieja
Hija Que Espera-: ésta vieja
Hija Que Limpia-: es tavieja
Hija Que Espera-: Antes todo era tan distinto
Hija Que Limpia-: ahora todo es tan igual
Hija Que Espera-: ¿Tan igual a qué?
Hija Que Limpia-: Tan igual a Mamá, vos siempre fuiste tan igual a mamá.
Hija Que Espera-: todo es igual a mamá
Hija Que Limpia-: todo es igual
(pausa)
Hija Que Espera-: si pero antes todo era distinto.
Hija Que Limpia-: ahora nada es igual
Hija Que Espera-: ¿Igual a qué?
Hija Que Limpia-: a nada. Todo es igual a nada
Hija Que Espera-: a nada, nada es igual ahora
Hija Que Limpia-: nada es igual a ahora
Hija Que Espera-: si pero antes mamá era distinta
Hija Que Limpia-: pero ahora mamá es igual
Hija Que Espera-: ¿es igual a qué?
Hija Que Limpia-: es igual a mamá
Hija Que Espera-: mama es igual a mamá
Hija Que Limpia-: igual es mamá a igual
Hija Que Espera-: nada es igual a ahora
Hija Que Limpia-: todo es distinto siempre
Hija Que Espera-: igual ahora antes era distinto todo mamá, nada…
(pausa)
Hija Que Limpia-: Mamá ¡Está llorando!
Hija Que Espera-: Mamá estalla orando, mamá está oral
Hija Que Limpia-: está nasal
Hija Que Espera-: está intravenosa
Hija Que Limpia-: está endovenosa
Hija Que Espera-: está por absorción
Hija Que Limpia-: está  capsular
Hija Que Espera-: está  vía ojo
Hija Que Limpia-: está vía oreja
Hija Que Espera-: está  vía appia
Hija Que Limpia-: está vía recto
Hija Que Espera-: Mamá siempre fue una persona recto
Hija Que Limpia-: Mamá siempre tuvo un comportamiento recta
Hija Que Espera-: Mamá siempre fue una persona
Hija Que Limpia-: Mamá es una persona recta, no tiene principio ni final
Hija Que Espera-: Mamá es infinita
Hija Que Limpia-: Mamá es no fina
Hija Que Espera-: Mamá es muy fina
Hija Que Limpia-: Abolengo
Hija Que Espera-: Estirpe
Hija Que Limpia-: Tradición
Hija Que Espera-: Alcurnia
Hija Que Limpia-: Mirá está lloviendo
Hija Que Espera-: Así no se dice. Se dice: Mirá, yo estoy viendo
Hija Que Limpia-: Quiero decir que llueve.
Hija Que Espera-: Llueve… estallo viendo que llueve
(pausa)
Hija Que Limpia-: Mamá está allá
Hija Que Espera-: Mamá estalla
Hija Que Limpia-: Mamá es talla 8
Hija Que Espera-: Mamá es gruesa
Hija Que Limpia-: Mamá es no fina
Hija Que Espera-: Mamá es no finita
Hija Que Limpia-: Mamá es infinita
Hija Que Espera-: Es una persona recto
Hija Que Limpia-: Mamá siempre tuvo un comportamiento recta
Hija Que Espera-: Es una persona oral
Hija Que Limpia-: Mamá está llorando
Hija Que Espera-: Mamá estalla orando
Hija Que Limpia-: Mamá es tan religiosa
Hija Que Espera-: Mamá está remal
Hija Que Limpia-: está revieja
Hija Que Espera-: ¿estaré vieja?
Hija Que Limpia-: ¿estaré joven?
Hija Que Espera-: ¿estaré?
Hija Que Limpia-: ¿estaré?
Hija Que Espera-: todo es como en un sueño.
Hija Que Limpia-: todo es un sueño común.
Hija Que Espera-: Si pero antes todo era lloviendo
Hija Que Limpia-: Mirá está lloviendo
Hija Que Espera-: Mirá ¿estás viendo? mamá estalló.
Hija Que Limpia-: bueno, basta.
Hija Que Espera-: mamá es basta.
Madre-: (habla en sueños) Además, si vendiéramos la dentadura, y con el dinero comprásemos comida, ¿Cómo haría yo para masticar? ¿Eh? Tendría comida, pero no dentadura con qué masticarla. Y ahora que tengo dentadura no tenemos comida. Así que la única forma de adquirir comida sería vendiéndola. Pero si la vendemos y compramos comida, ¿Cómo la voy a masticar? ¿Eh? ¿Eh? Por eso es mejor que me quede con la dentadura. Claro, que tiene un valor afectivo para mí. Pero si hipotéticamente hablando no lo tuviera y quisiera venderla, podríamos comer con lo que nos dieran por ella. Pero si me dieran comida por la dentadura... ¿Cómo comería sin ella? ¿Eh? ¿Cómo? ¿Eh? ¿Cómo como? ¿Eh? ¿Cómo como cómo? ¡Qué paradoja! La solución sería tener las dos cosas, comida y dentadura; otra solución, ya que eso no es posible en éste orden de cosas -por otro lado, absolutamente arbitrario- sería bueno pensar en la posibilidad de una dentadura comestible, o sea: nos ahorraríamos todo este problema de tener que vender y después quedarnos sin modo de masticar, en fin, creo que sería más justo que esta dentadura se pudiera comer...una dentadura que fuese el alimento de sí misma... comer... comer... mirá está lloviendo... (Silencio) ... estálloviendo... (Silencio) ...¿O ya paró?  (Se duerme)
(Semi apagón, campanitas, cantan la nana)




Voz en off: Seis. El Tercer Día. Muerte, Resurrección Y Fin De La Historia.
Hija Que Limpia-: Mi plan, mi malévolo plan ha llegado a la fase final, sólo me queda hacer que sea mi hermana quien dé el golpe mortífero, ah jajajajajajajajajajajá. (Entra la Hija Que Espera) (Falsa:)¡Menos mal que aquí en casa tenemos todo lo que el doctor recetó para mamá! No hubiéramos podido ir a comprar nada a la botica.
Hija Que Espera-: ¿Qué dice la receta?
Hija Que Limpia-: Dice que hay que seguir con los supositorios como se los estamos dando, un té de marcela por la tarde y un golpe seco en la cabeza para hacerla dormir. 
Hija Que Espera-: ¿Un golpe?
Hija Que Limpia-: los supositorios, de un golpe. Para que no sufra.
Hija Que Espera-: No, no, ¿a ver la receta?
Hija Que Limpia-: No dejá. Yo te la leo.
Hija Que Espera-: ¡Quiero verla! (Se la arrebata) A ver: Supositorios de flor de arándano cada  seis horas, un té de marcela por la tarde... ¡Acá no dice nada de ningún golpe!
Hija Que Limpia-: Sí, ¿Cómo que no?
Hija Que Espera-: ¿Adónde? A ver... ¡Mostrame!
Hija Que Limpia-: Acá... ¿Ves?
Hija Que Espera-: Esa es la firma del doctor.
Hija Que Limpia-: ehhh... No. Yo no te decía eso. Yo te digo esto  ¿ves? (Rápido se da vuelta y escribe en ese momento una raya con una lapicera y vuelve a entregarle la receta)
Hija Que Espera-: Pero... ¡Esto es un rayón! ¡Acá no dice nada!
Hija Que Limpia-: Dice. Dice. Mirá: (le quita la receta y se la pone tan cerca de los ojos que la Hija Que Espera no puede ver) Dice: un fuerte golpe en la cabeza, con un objeto contundente, para hacerla dormir... ¿Viste? (esconde la receta)
Hija Que Espera-: ¿Dónde? No vi nada.
Hija Que Limpia-: Acá está (le muestra la receta pero se la mueve) es letra de médico, no se entiende muy bien, pero acá dice: un fuerte golpe dado preferentemente por su hija más joven.
Hija Que Espera-: ¿Hija Más joven? Pero si somos mellizas.
Hija Que Limpia-: ehhh... sí pero yo nací primero ¿Te acuerdas? Así que ah... te toca a ti.
Hija Que Espera-: Pero esto es absurdo hermana... Pegarle en la cabeza a mamá... ¿Por qué habría yo de pegarle? ¿Con qué objeto?
Hija Que Limpia-: Con éste (Muestra un palo de amasar, se lo da a su hermana) Vamos. (Se aproximan a la madre que duerme plácidamente)
Hija Que Espera-: Esto no tiene sentido. El doctor Amenábar recetó este golpe en la cabeza para que se duerma y ella ya está dormida...
Hija Que Limpia-: Me dijo que igual. Igual hay que dárselo para que no se descompense. Dale.
(Avanzan, llegan al lugar dónde yace la madre dormida. Cuando están a punto de dar el golpe, la madre habla en sueños, las hijas se retraen)
Madre-: He soñado... 
(la situación se repite) (Cuando están a punto de asesinarla la madre despierta y las ve) 
Madre: ¿Qué estaban urdiendo? ¿Querían desmayarme de un golpe? ¿O acaso matarme? Pero... ¡que traición más infame! (Caen escombros de la cara de la Madre, como grandes lágrimas)
Hija Que Espera-: ¿Por qué le caen escombros a mamá?
Hija Que Limpia-: No sé. Debe ser algo simbólico.
Madre-: ¡Qué gran decepción! ¡Ustedes, mis propias hijas! ¡Oh Dios mío, sé piadoso con estas criaturas desesperadas! ¡Capaces de matar a su propia madre tan sólo por un puñado de dientes!
Hija Que Espera: ¡Ahora lo entiendo, ahora lo entiendo todo...! (A la Hija Que Limpia) ¡Quisiste hacerme cómplice de este crimen horrendo! ¡Serpiente vil! ¡Rata de albañal!
Hija Que Limpia: No... yo no...
Hija Que Espera: ¿Ah no? Quisiste verme asesinar con mis propias manos a nuestra madre para así deshacerte de ella y de mí en una sola jugada; ella iba a morir y a mí me encerrarían en la cárcel por matarla... ¡Confiesa!
Hija Que Limpia: Bueno... admito que esa posibilidad existía... pero... bueno, sí lo pensé, lo pensé... pero esa es mi forma de demostrar afecto.
Hija Que Espera: ¡Perra! ¡Sucia!
Madre: ¡Hija desalmada!
Hija Que Espera: Venga madre, llore en mi regazo, es increíble que su propia hija... ¿Cómo puede ser que una Madre? ¿Cómo puede ser que una Hija? ¿Cómo puede ser que cómo puede ser? (la madre se sienta  sobre ella)
Hija Que Limpia: Sí puede ser, está bien, lo admito, yo quise matarla pero estoy arrepentida, deben saber que en realidad... 
(Ve cómo la Hija Que Espera  inesperadamente toma un puñal e intenta asesinar a la Madre. La Hija Que Limpia trata de impedirlo, las empuja y caen las tres)
Madre-: (Reponiéndose) ¿Y encima me pegas? ¿Qué pegás, Qué pegás? ¡No tienes vergüenza!
Hija Que Limpia-: No, madre, es que yo...
Hija Que Espera-: ¡Venga mamá, venga! Aquí estará a salvo (la Madre va con ella, se siente protegida, ella con locura asesina)
Hija Que Limpia-: ¡No mamá! Ella quiere matarte ahora. (Quiere separarlas y las tres se trenzan en una pelea, que interrumpen para decir los siguientes textos; entre texto y texto siguen peleando)
Hija Que Espera-: ¡Venga mamá, venga con su hija más buena!
(Pelea)
Hija Que Limpia-: ¡No mamá ella quiere asesinarla!
(Pelea)
Madre-: Alcurnia, estirpe, abolengo, ahhhh...
(Pelea)
(Las Hijas interrumpen la pelea, traman algo en secreto, la Madre sigue peleando sola, se detiene)
Hija Que Espera-: Juan y Pégenme Un Fuerte Golpe En La Cabeza Hasta Dejarme Seca se fueron al río. Juan se ahogó. ¿Quién quedó?
Madre-: ehhh... ya sé ya sé: Pégenme Un Fuerte Golpe En La Cabeza Hasta Dejarme Seca.
Hija Que Espera-: Si vos lo decís (Golpean con el palo a la madre que cae al piso Muerta; las hijas quitan la dentadura de la boca de la madre y la sostienen y muestran como si se tratase de la copa del mundo. Es una dentadura de utilería mucho más grande que una dentadura normal)
Hija Que Espera-: Finalmente, después de tanta espera...
Hija Que Limpia-: Ya está, ya pasó todo.
Hija Que Espera-: Finalmente podremos compartir esta dentadura, ¿verdad hermana?
Hija Que Limpia-: Creo que es una buena idea. Estando mamá muerta, es bueno que nos ayudemos mutuamente, como buenas hermanas... (Mientras dice este texto la hermana se aproxima por detrás sosteniendo el puñal  en alto, la apuñala)
(Las actrices hacen evidente al público la falsedad de los trucos de las armas de utilería y de las heridas)
Hija Que Limpia-: (Al recibir la puñalada) ¡Traición! (Va cayendo, con el puñal clavado)
Hija Que Espera-: ¿Creíste que compartiría contigo esta fortuna? (le muestra la dentadura) Pero  ¡Qué imbécil!
Hija Que Limpia-: Pero... ¿Cómo pudiste hacerle esto a tu propia hermana? (sigue muriendo)
Hija Que Espera-: ¿Tú preguntas eso cuando acabas de asesinar a tu propia madre?
Hija Que Limpia-: Pero quedamos de acuerdo en eso. Tú eres tan culpable como yo. Yo sólo empuñé el arma. ¡Me traicionaste!... Arghhh... (No termina de morir)
Hija Que Espera-: Adiós estúpida hermana... ¿o debo decir mejor... hermanastra?
Hija Que Limpia-: ¿Hermanastra? ¿Cómo hermanastra? Explícamelo por favor, antes de que mi perra vida termine... (Sigue muriendo)
Hija Que Espera-: Muy bien, te lo explicaré así abandonas este mundo odiándolo. Resulta que...
Madre-: (resucitando, con el palo de amasar hundido en su cabeza; Empuña un trabuco, Habla sin dentadura) ¡Ahá! ¿Se creyeron muy astutas, verdad? Pues muy bien, yo soy mucho más astuta que cualquiera de ustedes. ¡Todo este tiempo he fingido no darme cuenta de nada para ver hasta dónde podía llegar vuestra ambición desmedida! 
(Durante todo ese texto la Hija Que Limpia trata de interrumpir a la Madre para que le expliquen lo de la Hermanastra)
Hija Que Limpia-: antes de morir Mamá... dígame: ¿es cierto que no soy su hermana? Cuénteme la historia, antes de que muera... llega mi fin... (Sigue muriendo) 
Madre-: Pero... ¿Quién te ha dicho semejante mentira? ¿Quién ha sido capaz de insinuar que yo hele sido infiel a mi difunto querido e ido don Floreal Federico... 
Hija Que Limpia-: Mamá basta por favor... Dígame ¿es cierto o no? (sigue muriendo)
Madre-: ¿Quién fue Quién te lo dijo? ¡Confiesa! (busca gente) 
Hija Que Limpia-: Fue ella. (Señala a la Hija Que Espera) 
(La Madre dispara a la Hija Que Espera)
Hija Que Espera-: (Mortalmente herida, muestra un círculo negro en el pecho, el agujero del  disparo) (Apenas trágica) ¡Delatora, me has traicionado, y no hay traición más vil que la delación! ¿Cómo pudiste hacerle esto a tu propia hermana...? ¡Cargarás con esa culpa por el resto de tu vida! (va muriendo)
Hija Que Limpia-: No importa, es un ratito. (Va muriendo)
Madre-: No puedo entender que una hija  mate a su propia madre.
Hija Que Limpia-: (Se incorpora con el puñal clavado mortalmente, como si ya no lo sintiera) Mamá usted acaba de matarla a ella. (la Hija Que Espera sigue muriendo pero en silencio)
Madre-: Pero ella no es mi madre. Es mi hija. Además ella quiso matarme a mí.
Hija Que Limpia-: Quiso matarla, eso es cierto.
Hija Que Espera-: (Incorporándose, como si estuviese sana, con el agujero de bala en la frente) Y tú también!
Hija Que Limpia-: Sí, pero yo dije estar arrepentida.
Hija Que Espera-: No es cierto, nunca lo dijiste.
Hija Que Limpia-: Sí lo dije.
Hija Que Espera-: No lo dijiste.
Hija Que Limpia-: Sí.
Madre-: Volvamos atrás y veamos... (La obra vuelve a ese momento, se quitan los rastros de heridas mortales)
Hija Que Espera: ¡Perra! ¡Sucia!
Madre: ¡Hija desalmada!
Hija Que Espera: Venga madre, llore en mi regazo, es increíble que su propia hija...¿ Cómo puede ser...? (la madre se sienta  sobre ella)
Hija Que Limpia: Sí puede ser. Está bien, lo admito, yo quise matarla pero “estoy arrepentida”, deben saber que en realidad...
(Retornan al momento actual, vuelven a ponerse las armas y los agujeros sobre el cuerpo)
Hija Que Espera-: Dijiste estar arrepentida. Pero... ¿Lo estás?
Hija Que Limpia-: Si, si, lo estoy.
Hija Que Espera-: ¿Segura?
Hija Que Limpia-: Sí, lo estoy, lo estoy.
Madre-: ¿Cómo sé que no mientes?
Hija Que Limpia-: Te lo juro.
Hija Que Espera-: ¡Estás cruzando los dedos! ¡Te vi!
Hija Que Limpia-: No, no.  
Madre-: ¿No estás cruzando los dedos?
Hija Que Limpia-: No.  
Hija Que Espera-: Miente.
Hija Que Limpia-: Esa pared se está viniendo abajo.
Madre-: No cambies el tema.
(pausa)
 
Hija Que Espera-: ¿Qué tema?
Madre-: El tema de conversación. En nuestra familia siempre se le dio mucha importancia a la buena conversación. Es un rasgo característico de cierto... nivel socioeconómico, si querés llamarlo así, una buena costumbre de la gente pudiente, de las familias de buen nombre, aquellas que tienen abolengo, alcurnia, estirpe, honor. Sólo esas tres palabras: papa.
Hija Que Limpia-: ¿Qué tema?
(pausa)
Hija Que Espera-: Mi amado muy pronto llegará. Él es un guerrero fuerte y valeroso. Forma parte de la milicia popular que se agrupa bajo el mando de Santiago de Liniers,  y que está defendiendo la ciudad con uñas y dientes, palos, piedras y aceite hirviendo. ¿Estarán bien las flores del recibimiento tal como las he preparado? ¿Los ramilletes de clivias y alelíes? ¿los crisantemos, los coliflores; las santaritas y las alegrías del hogar? ¿Las  orquídeas una para cada día de la semana? ¿Los gladiolos? ¿Por qué aún no regresa mi amado?
Madre-: (Neutra) He soñado he soñado he soñado
Hija Que Limpia-: (Barre) Esa pared se está viniendo abajo.
Hija Que Espera-: (Neutra) ¿Porqué mi amado no regresa?
Hija Que Limpia-: Es que sólo nos queda eso, no podemos cambiar de tema.
Madre-: ¿Qué tema?
(La Hija Que Limpia sigue barriendo, se escucha el sonido de la escoba contra el suelo)

Hija Que Espera-: Eso ¿De qué estamos hablando?
Hija Que Limpia-: (deja de barrer, neutra) cada cuál habla de lo suyo y no escucha lo que dicen los demás.
Madre-: una enfermedad absurda.
Hija Que Espera-: ¿Qué? ¿Por qué mi amado no regresa? ¿Eh?
Hija Que Limpia-: (barre alocada, mientras dice el texto) cada cuál habla de lo suyo y no escucha lo que dicen los demás.
Hija Que Espera-: ¿Qué?
Madre-: Sólo esas tres palabras: epílogo.
Hija Que Limpia-: Epílogos no, la obra no necesita excusas, porque cuando todos los actores han muerto ya no se le puede echar la culpa a nadie.
(Las tres se miran sus heridas de muerte, los siguientes textos en neutro)
Hija Que Espera-: ¿han qué?
Hija Que Limpia-: William Shakespeare.
Madre-: He soñado he soñado he soñado
Hija Que Espera-: Veo los años como agujeros cada vez más grandes.
Hija Que Limpia-: Es que sólo nos queda eso.
Madre-: Veo los años como agujeros.
Hija Que Espera-: Es que sólo nos queda eso.
Hija Que Limpia-: Agujeros.
(Pausa, se miran sus heridas, alternar textos en neutro y exacerbados)
Madre-: He soñado... he soñado...
Hija Que Limpia-: cada cuál habla de lo suyo y no escucha lo que dicen los demás.
Hija Que Espera-: ¿Qué dijiste? ¡No me contestaste! ¿De qué estamos hablando?
Madre-: una dentadura que se  mastica a si misma...
Hija Que Limpia-: cada cuál habla de lo suyo y no escucha lo que dicen los demás.
Madre-: William Shakespeare, el teatro, el absurdo, la dentadura que se auto come, la ausencia, el tiempo, la ausencia de tiempo, el deporte, el hombre, el hambre: hablamos de todo un poco...
Hija Que Espera-: El Mayordomo y Alguacil de don Pedro de Mendoza, navegó hasta la desembocadura del Carcarañá y allí fundó el fuerte de Corpus Christi. Regresó con una providencial carga de maíz. Aquel joven navegante se llamaba Juan de Ayolas. ¡Las velas de Ayolas! Ya no tendremos hambre, nunca más pasaremos hambre. Y mi amado viene en  aquel barco...
Hija Que Limpia-: (buscando en un libro) Ayolas... Ayolas... acá está: “Mendoza despachó a Ayolas nuevamente, para explorar una posible ruta al Perú, hacia la mítica sierra de la Plata. El 2 de febrero de 1537...”
Madre-: ¿Ya estamos en el 37? ¡Cómo pasa el tiempo!
Hija Que Espera-: ... Mi amado regresaba en aquel barco, y ahora vuelve a irse, sin siquiera haber llegado ¿Porqué? ¿Porqué mi amado no regresa?
Hija Que Limpia-: (Releyendo el libro) “Regresó con una providencial carga de maíz”. ¡Qué bien escrito está esto!
Madre-: Y sí, antes se escribía bien, no es como ahora, los tiempos han cambiado, ya nada es como antes...
Hija Que Limpia-: ya no hay respeto.
Madre-: Ya no hay buen gusto (se escarba la nariz). Cambiando de tema...
Hija Que Limpia-: ¿Qué tema?
(Pausa, siguientes textos en neutro)
Hija Que Espera-: Vamos, hay que terminar esta obra.
Madre-: No quiero.
Hija Que Espera-: Es que sólo nos queda eso.
Hija Que Limpia-: ¿Por qué no quieres que termine?
Madre-: Porque si termina hay que volver a la realidad.
(Pausa)
Hija Que Espera -: Teníamos buenas intenciones, pero la obra fue donde ella quiso.
(Pausa)
Hija Que Limpia -: Vamos, hay que terminar (Descuelga la tela blanca de fondo).
Madre-: ¡No! No quiero. No quiero.
Hija Que Espera-: ¿Por qué no quieres que termine?
Madre-: Porque si termina tengo que volver a la realidad.
Hija Que Limpia-: No sé qué es peor.
Hija Que Espera-: Es que sólo nos queda eso.
(Se preparan, en actitud de espera, neutralidad en los rostros y en los textos)
Madre-: Eso, eso,  he soñado.
Hija Que Limpia-: esta pared se está viniendo abajo.
Madre-: He soñado, he soñado un silencio.
Hija Que Espera-: Veo los años como agujeros cada vez más grandes.
Hija Que Limpia-: El fin de la historia, sólo nos queda eso (Se quita la peluca característica de su personaje).
Madre-: He soñado un silencio, un silencio.
Hija Que Espera-: ¿Por qué mi amado no regresa? (Apenas trágica)
Hija Que Limpia-: Porque sigue en la batalla.
(Tono trágico hasta el final)
Hija Que Espera-: ¿Por qué él no regresa?
Madre-: Un silencio, he soñado un silencio.
Hija Que Limpia-: es el fin de la historia, él sigue en su batalla.
Hija Que Espera-: ¿Qué batalla? 
Hija Que Limpia-: La de siempre.
Madre-: Un silencio, un silencio.
Hija Que Espera-: ¿Por qué no regresa? 
Hija Que Limpia-: así es la guerra.
Madre-: He soñado un silencio aterrador.
(Pausa, silencio, quietud, observan al público)
Hija Que Espera-: ¿Y ahora qué guerra hay?
 (Apagón)
Fin

FINALIZADA EN ENERO 2003

REVISADA Y DISMINUIDA EN SETIEMBRE 2005

Guillermo Carlos Yanícola, Mar del Plata.

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