jueves, 30 de julio de 2015

los fiNes ). 
Las múltiples posibilidades de ser de un fragmento de tiempo.
Autor: Guillermo Yanícola

Elenco:
Mercedes 1: Claudia  Mosso
Mercedes 2: Rosie Alvarez
Mercedes 3: Valeria Guaselli
Raúl: Federico Polleri
Abel: Federico Polleri
Dirección: Guillermo Yanícola
Estrenada en Enero de 2007 en la Alianza Francesa de Mar del Plata.


Mientras ingresa el público los 4 sentados a la mesa servida, cada uno con los brazos colgando y la cabeza dentro del plato, inertes.

Cambio de luz. Comienzan a accionar con el texto.

1
Mercedes 1. Sí, otra vez.
Mercedes 2. Abel no comió casi nada.
Raúl. El pollo está buenísimo.
Mercedes 1. ¿Quieren más?
Mercedes 3. Pero Raúl comió por los dos.
Raúl. ¿Quedó vino?
Mercedes 1. Hay que abrir.
Raúl. No, entonces dejá.
Mercedes 1. No, no, yo abro, abro. 
Mercedes 2. Siempre lo mismo.
Raúl. No, dejá, dejá.
Mercedes 3. ¿Qué decís?
(Raúl intenta sacar el primer cigarrillo de un atado, no lo logra)
Mercedes 1. No, no, abro, abro, abro otra.
Mercedes 3. ¿Qué es siempre lo mismo?
Raúl. Pero no, dejá.
Mercedes 1. Bueh, está bien.                         
Mercedes 2. Todo es siempre lo mismo                                                                    
(Se levanta de la mesa, camina, se sienta en el sillón)
Mercedes 1. ¿Qué te pasa?
Raúl. Le agarró.
Mercedes 1. No, no, si anda bien.                   
Mercedes 3. Anda bien.
Mercedes 1. ¿Más pollo?
Raúl. No, yo te agradezco.  
(Intenta nuevamente sacar el primer cigarrillo  del atado, lo logra, toma el cigarrillo en una mano y busca el encendedor; el cigarrillo permanecerá apagado entre sus dedos el resto de la escena)
Mercedes 3. Hoy fue a visitar al novio.                                                          
(Silencio tenso)
Mercedes 1. ¿Quién?       
Mercedes 3. ¿Quién?: la nena
Mercedes 1. Dejá a Mercedes en paz.                                 
Mercedes 3. ¿Te parece lo mismo de siempre eso?
Raúl. Che, que está inestable.
Mercedes 2.  ¿Yo estoy inestable? ¿Y ustedes qué? ¿Y vos? ¿Vos sí estás estable? (suena el teléfono Mercedes 1 atiende)  Todos estamos inestables acá ¿o no se dieron cuenta?
Raúl. Estaba riquísimo el pollo.
Mercedes 3.  Estaba igual que siempre.
Raúl. No, estaba diferente.   
Mercedes 3. No, estaba igual.
Mercedes 2.  Y a la vez es siempre lo mismo.
Mercedes 1. Un tipo rodó por la escalera hasta planta baja. Hay sangre por todo el pasillo.
Raúl. ¿Quién era?   
Mercedes 2. Pero si no escuchamos nada.
Mercedes 3. ¿Hoy también? 
Mercedes 1. El portero está llamando a la ambulancia.
Mercedes 3. ¿Quién era?                      
Mercedes 2. ¿Sabés quién era?
Mercedes 1. Roberto, el del quinto.
Mercedes 1. Yo voy a ver. ¿Alguien me quiere acompañar? (espera una respuesta que no llega nunca. la ignoran, espera un momento más y sale)
Raúl. ¿Qué pasa?                                        
Mercedes 2. Dejala Raúl.
Mercedes 3.  Raúl…perdoname.
Raúl. Te estás acostando con ese tipo.                   
Mercedes 3. Raúl, soy una mujer.
Raúl. ¡Y yo soy tu marido, Mercedes!           
Mercedes 3. Tenés que entender que no puedo pasar el resto de mi vida sin estar con otro hombre.
Raúl. Tengo que entender, tengo que entender, acá no hay nada que entender, acá se acabó todo entendimiento posible. Voy a salir un poco afuera, acá me falta el aire. (Sale)
Mercedes 2. Sos muy afortunada Mercedes, no sabés cómo te envidio. Ahora los tenés a los dos: acá Roberto, acá Raúl.
Mercedes 1. (Entrando) está muerto. Parece que está muerto. Parece que Roberto está muerto. Tenía esto en la mano me parece que es para vos.
(Le entrega a Mercedes 3 una tarjeta navideña. ella la abre, la lee sólo para sí, llora.)
Mercedes 1. ¿Y Raúl?
Mercedes 2. Salió a tomar aire. 
Mercedes 3. ¿Raúl?
Mercedes 2. ¿Raúl, dónde estás?
Mercedes 1. En el balcón.                                                                       
Mercedes 2. Estaba en el balcón. ¿Raúl, me oís?
 (Mercedes 1 sale al balcón, vuelve conmocionada)
Mercedes 1. No está ¿qué pasó?                                                                      
Mercedes 2. Ya no te envidio Mercedes, el final nos hace a todos iguales.         
(Baja la luz lentamente)

2
(Se repite la escena 1, exactamente igual)

3
Mercedes 1. Sí, otra vez.
Mercedes 2. Abel no comió casi nada. (Se sirve vino)
Raúl. El pollo está buenísimo.
Mercedes 1. ¿Quieren más?
Mercedes 3. Pero Raúl comió por los dos.
Raúl. ¿Quedó vino?
Mercedes 1. Hay que abrir.
Raúl. No, entonces dejá.
Mercedes 1. No, no, yo abro, abro. 
Mercedes 2. Siempre lo mismo.
Raúl. No, dejá, dejá.
Mercedes 3. ¿Qué decís?
(Raúl intenta sacar el primer cigarrillo del atado, insiste, fracasa)
Raúl. (Alterado) ¿Qué te pasa?
Mercedes 3. ¿Qué es siempre lo mismo?
(Mercedes 2 se levanta de la mesa, camina, se sienta en el sillón)
Mercedes 3. ¿Me decís a mí?                       
Raúl. Sí, ¿no ves que está inestable? (Mercedes 2 no escucha la palabra inestable)         
Mercedes 1. ¿Más pollo?
Raúl. No, yo te agradezco.
…                                                                                                    
Mercedes 1. Debe haber algo distinto. Nada es siempre lo mismo, exactamente igual.
(Suena el teléfono, Mercedes 3 atiende y habla)
Mercedes 2. ¿Qué dijiste?
(Mercedes 3 deja caer el tubo del teléfono, conmocionada)
Mercedes 1. ¿Qué pasó?
Mercedes 3. Nada.
(Mercedes 3 trata de componerse, disimula, la miran)
Raúl. ¿Pasó algo?
Mercedes 3.  No, no, nada.
Raúl. Estaba riquísimo el pollo.
Mercedes 3. Estaba igual que siempre
Raúl. No, estaba diferente.                             
Mercedes 3. No, estaba igual.
Mercedes 1. ¿Qué pasó? ¿Quién llamó?     
Mercedes 3.  El portero. Un tipo se cayó por la escalera, avisó para que no nos asustáramos.
Mercedes 2. Pero si no escuchamos nada. 
Raúl. ¿Se cayó?
Mercedes 1. Yo voy a ver. ¿Alguien me quiere acompañar? (espera una respuesta que no llega nunca. la ignoran, espera un momento más y sale)
Raúl. Yo voy a ver también.                   
Mercedes 3. Quedate, ¿para qué vas a ir? Raúl, perdoname, tenés que entender.
Raúl. Tengo que entender, tengo que entender, acá no hay nada que entender. Voy a salir un poco afuera, acá me falta el aire. (Sale)
Mercedes 2. Sos muy afortunada Mercedes, no sabés cómo te envidio. Ahora los tenés a los dos:
Mercedes 1. (Entrando) está muerto. Parece que está muerto. Parece que el tipo está muerto. Tenía esto en la mano me parece que es para vos.
(Le entrega a Mercedes 3 una tarjeta navideña. ella la abre, la lee sólo para sí, llora.)
Mercedes 1. ¿Y Raúl?
Mercedes 2. Salió a tomar aire. 
Mercedes 3. ¿Raúl?
Mercedes 2. ¿Raúl, dónde estás?
Mercedes 1. En el balcón.                                                                      
Mercedes 2. Estaba en el balcón. ¿Raúl, me oís?
 (Mercedes 1 sale al balcón, vuelve conmocionada)
Raúl. (Entrando) ¡Mercedes!
Mercedes 2. Ya no te envidio Mercedes, el final nos hace a todos iguales.         
(Baja la luz lentamente)


4
Mercedes 1. Sí, otra vez.
Mercedes 2. Abel no comió casi nada. (Se sirve vino)
Raúl. El pollo está buenísimo.
Mercedes 1. ¿Quieren más?
Mercedes 3. Pero Raúl comió por los dos.
Raúl. ¿Quedó vino?
Mercedes 1. Hay que abrir.
Raúl. No, entonces dejá.
Mercedes 1. No, no, yo abro, abro. 
Mercedes 2. Siempre lo mismo.
Raúl. No, dejá, dejá.
Mercedes 3. ¿Qué decís?
(Raúl intenta sacar el primer cigarrillo del atado, insiste, fracasa, insiste, fracasa nuevamente)
Raúl. (Alterado) ¿Qué te pasa?
Mercedes 3. ¿Qué es siempre lo mismo?
(Mercedes 2 se levanta de la mesa, camina, se sienta en el sillón)
Mercedes 3. ¿Me decís a mí?                       
Raúl. Sí, ¿no ves que están inestables?   (Mercedes 2 no escucha la palabra inestable)         
Mercedes 1. ¿Más pollo?
Raúl. No, yo te agradezco.
…                                                                                                    
Mercedes 1. Debe haber algo distinto. Nada es siempre lo mismo, exactamente igual.
(Suena el teléfono, Mercedes 3 atiende y habla)
Mercedes 2. ¿Qué dijiste?
(Mercedes 3 deja caer el tubo del teléfono, conmocionada)
Mercedes 1. ¿Qué pasó?
Mercedes 3. Nada.
(Mercedes 3 trata de componerse, disimula, la miran)
Raúl. ¿Pasó algo?
Mercedes 3.  No, no, nada.
Raúl. Estaba riquísimo el pollo.
Mercedes 3. Estaba igual que siempre
Raúl. No, estaba diferente.                             
Mercedes 3. No, estaba igual.
Mercedes 1. ¿Qué pasó? ¿Quién llamó?     
Mercedes 3.  El portero. Un tipo se cayó por la escalera, avisó para que no nos asustáramos.
Mercedes 2. Pero si no escuchamos nada. 
Raúl. ¿Se cayó?
Mercedes 1. Yo voy a ver. ¿Alguien me quiere acompañar? (espera una respuesta que no llega nunca. la ignoran, espera un momento más y sale)

(Mercedes 3 sale tras Mercedes 1)
Raúl. Yo voy a ver también.                   
Mercedes 2. Quedate, ¿para qué vas a ir?
Raúl. Soy el marido, Mercedes.
Mercedes 2.  Tenés que entenderla.
Raúl. Tengo que entender, tengo que entender, acá no hay nada que entender, acá se acabó todo entendimiento posible. Voy a salir un poco afuera, acá me falta el aire. (Sale pero no al balcón, se va tras las Mercedes)
Mercedes 2. (Sola) Sos muy afortunada Mercedes, no sabés cómo te envidio. Ahora los tenés a los dos: acá Roberto, acá Raúl.

(Mercedes 2 mira hacia el balcón, está a punto de tirarse)

(Desde el balcón entra el actor que interpreta a Raúl, vestido igual, mira a Mercedes)

Mercedes 2. Abel.
Raúl.  ¿Cómo Abel? ¿No ves que soy Raúl?                                                                      
Mercedes 2. El final nos hace a todos iguales.                                                 
(Baja la luz lentamente)

5
Mercedes 1. Sí, otra vez.
Mercedes 2. Abel no comió casi nada.
Mercedes 1. Sobró casi un pollo entero. ¿Quieren más? 
Raúl. ¿Quedó vino?
Mercedes 1. Sí. (Le sirve a Raúl) ¿Más vino?    
Mercedes 2. No, no, gracias.
Mercedes 3. Yo sí.
Mercedes 1. ¿Un poquito más?                                                    
Mercedes 3. No, no.                                                                               
Mercedes 3. Siempre lo mismo.
Mercedes 3. ¿Qué decís? ¿Qué es siempre lo mismo?
Mercedes 2. Todo, todo es siempre lo mismo (se levanta, camina, se sienta en el sillón)
(Raúl va a intentar sacar el primer cigarrillo del atado, a punto de iniciar la acción  se interrumpe)
Mercedes 1. ¿Qué te pasa?
Mercedes 3. Hoy fue a visitar al novio.       
(Silencio tenso)
Mercedes 1. ¿Quién?       
Mercedes 3. ¿Quién?: la nena
Mercedes 1. Dejá a Mercedes en paz.                                 
Mercedes 3. ¿Te parece lo mismo de siempre eso?
Raúl. Che, que está inestable.
Mercedes 2. ¿Inestable? ¿Cómo es estar inestable? ¿Estar sin estar? ¿Estar y no estar al mismo tiempo? ¿Cómo vos, cómo vos, como la nena? sí, estoy inestable, pero no más que todos ustedes.
(Suena el teléfono, se sorprenden, escuchan, se miran, sigue sonando, nadie atiende)
Mercedes 1. ¿Quién será?
Mercedes 3. ¿No vas a atender?
Mercedes 1. No.
Mercedes 1. Si, ya voy (no atiende)
(Mercedes 3 se levanta para atender pero antes de llegar el teléfono deja de sonar, vuelve a sentarse)
(Mercedes 1 se levanta de su silla camina hacia el balcón. Mira hacia afuera)
Mercedes 2. ¿En qué pensás?
Mercedes 1. En nada
Mercedes 2. Dale decime ¿en qué pensás?
Mercedes 1. No se escucha nada afuera.
Mercedes 2. ¿Quién sería?
Mercedes 1. Voy a ver ¿alguien me quiere acompañar? (espera una respuesta que no llega nunca. la ignoran. decide quedarse)
...
(Mercedes 3 inicia la acción de juntar los platos se interrumpe)
Raúl. Voy a salir un poco afuera, acá me falta el aire. (Sale)
(Vuelve a entrar, vestido igual, con un papelito en la mano, mira a las Mercedes)
Mercedes 1. Abel.
Mercedes 3. ¿Dónde estabas?
Abel. En el balcón. Me quedé dormido, leyendo.
Mercedes 1. ¿Y Raúl?
Abel. Ahora se quedó él ahí, fumando.
Mercedes 2. El final nos hace a todos iguales.
(Baja la luz lentamente)

6
(Suena el teléfono, se sorprenden, escuchan, se miran, sigue sonando, nadie atiende)
Mercedes 1. ¿Quién será?
Mercedes 3. ¿No vas a atender?
Mercedes 1. No.
Mercedes 1. Sí, ya voy (no atiende)
(Mercedes 3 se levanta para atender pero antes de llegar el teléfono deja de sonar, vuelve a sentarse)
(Mercedes 1 se levanta de su silla camina hacia el balcón. Mira hacia afuera)
Mercedes 2. ¿En qué pensase?
Mercedes 1. En nada
Mercedes 2. Dale decime ¿en qué pensás?
Mercedes 1. No pienso en nada.
Mercedes 1. No se escucha nada afuera.
Raúl. No, hay demasiado silencio.
Mercedes 3. ¿Hoy también?
(Silencio tenso)
Mercedes 2. ¿Quién sería?
Mercedes 1. Voy a ver ¿alguien me quiere acompañar? (espera una respuesta que no llega nunca. la ignoran, espera un momento más y sale)
Raúl. Voy a salir un poco afuera, acá me falta el aire. (Sale)
Mercedes 3. No, no vayas, por favor. (Raúl se detiene)
Mercedes 2. Sos muy afortunada, Mercedes. No sabés cómo te envidio.
Mercedes 3. Yo no te envidio Mercedes, la envidia no tiene sentido.
Raúl. Hay demasiado silencio, es insoportable.
Mercedes 3. ¿Y Abel?
Raúl. Estaba leyendo, viendo unas fotos. 
Mercedes 3. ¿Abel, dónde estás?
Raúl. En el balcón.                                                                      
Mercedes 2. ¿Estaba en el balcón? ¿Abel, me oís? (Mercedes 3 sale a buscarlo, desesperada)
Raúl. ¡Abel! No está. ¿Qué pasó?
 Mercedes 2. El final nos hace a todos iguales.         
 (Baja la luz lentamente)

7
Mercedes 3. Hoy fue a visitar al novio ¿quién?: la nena.
Mercedes 1. Dejá a Mercedes en paz.                                  
Mercedes 3. ¿Te parece lo mismo de siempre eso?
Raúl. Che, que está inestable.
(Suena el teléfono, Raúl atiende, del otro lado preguntan por alguien, Raúl contesta:)
Raúl. ¿Cuál? (silencio, hablan del otro lado)
Raúl. (A Mercedes 1) me parece que es para vos.

(Mercedes 1 habla por teléfono, con monosílabos, los demás la observan)
Mercedes 1. Un tipo rodó por la escalera hasta planta baja. Hay sangre por todo el pasillo.
Raúl. ¿Quién era? 
Mercedes 2. Pero si no escuchamos nada.
Mercedes 3. ¿Hoy también?
Mercedes 1. El portero está llamando a la ambulancia.
Mercedes 3. ¿Quién era?                      
Raúl. ¿Sabés quién era?
Mercedes 1. No, no me dijo.
Mercedes 2. Una roca es inestable, un marido sentado frente al televisor es inestable, una mujer que se hace vieja y se queda sola es inestable, va mutando, cambiando, se va pudriendo. No somos nosotros. No es sólo hoy. Nada es estable. No hay relaciones estables. Hace mucho tiempo que debería haber hecho algo con mi vida, y acá estoy, dejada estar. ¿Existe la posibilidad de que nada pase?
Mercedes 3.  (Tranquila) ¿Quién será?
Mercedes 1. ¿Quién puede ser?
Mercedes 1. Yo voy a ver. ¿Alguien me quiere acompañar? (espera una respuesta que se demora en llegar, sale)
Mercedes 3.  Yo voy. (Sale)
Mercedes 2. Yo también. (Sale)
Raúl. bueno, ya que van todos (se detiene mira hacia el balcón, está solo, a punto de hablar como si quisiera avisarle algo a alguien que pudiera escucharlo desde el balcón, a punto de hacerlo se interrumpe, no lo hace, sale)                                   

(Queda el escenario vacío, varios tiempos)
(Se oyen ruidos, voces lejanas, inentendibles, gente que grita a lo lejos, gemidos)
Raúl. (Entra, atraviesa la escena va hacia el balcón, sale)
Mercedes 3. (Se oye su voz y en mitad del parlamento ingresa a escena, hacia el balcón, a los gritos) tenés que entenderme Raúl, tenés que entender que no puedo pasar el resto de mi vida sin estar con otro hombre.
(Entran Mercedes 1 y Mercedes 2)
Mercedes 1. ¿Y Raúl?
Mercedes 2. ¿Raúl, dónde estás?
Mercedes 3. En el balcón.                                                                      
Mercedes 2. ¿Raúl, me oís?
(Entra desde el balcón el mismo actor que interpreta a Raúl, vestido igual, con un papelito en la mano)
Abel. El final nos hace a todos iguales.                                                  
(Baja la luz lentamente)

Mercedes 1. Sí, otra vez.
Mercedes 2. Abel no comió casi nada. (Se sirve vino)
Raúl. Estuvo buenísimo el pollo.
Mercedes 1. ¿Quieren más?
Mercedes 3. Pero Raúl comió por los dos.
---------------------------------------------------------------
Raúl. ¿Quedó vino?
Mercedes 1. Hay que abrir.
Raúl. No, entonces dejá.
Mercedes 1. No, no, yo abro, abro. 
Mercedes 2. Siempre lo mismo.
Raúl. No, dejá, dejá.
Mercedes 1. No, abro, abro.                            
Mercedes 3. ¿Qué decís?
(Raúl intenta sacar el primer cigarrillo de un atado,  lo logra; toma el cigarrillo apagado con su mano pero no lo enciende, busca el encendedor con la mirada)
Raúl. Bueno, dale, abrite otra.
Mercedes 3. ¿Qué? ¿Qué es siempre lo mismo?
Mercedes 2. Todo, todo, cada pequeño detalle, es lo mismo (se levanta, pero interrumpe Mercedes 1, que entra con la botella de vino abierta en la mano)
Mercedes 1. ¿Más vino?
Mercedes 2. Yo sí.
Mercedes 1. ¿Más vino?           
Raúl. Bueno, pero un dedo. (Sirve) bueno, bueno, bueno, bueno (dice eso y a la vez levanta la copa hasta una altura increíble, mientras Mercedes sigue sirviendo)
Mercedes 1. ¿Vino?
Mercedes 3. No. (Tapa el vaso con la mano), bueno, apenas.
Mercedes 3. Nos serviste a todos y no quedó para vos.
Mercedes 1. No importa.
(Raúl busca el encendedor; el cigarrillo permanece apagado entre sus dedos el resto de la escena)                                         
Raúl. ¿Por qué no quedó para vos? ¿Tanto vino se sirvió?
Mercedes 1. No, es que la botella estaba por la mitad, ya estaba abierta.
Raúl. ¿No tenías que abrir?
Mercedes 1. Sí, eso pensé, pero cuando llegué a la cocina me acordé que ayer abrí el vino cuando lo despedí a Roque, así que estaba abierta, por la mitad.
Mercedes 3. Tomá del mío.
Mercedes 1. No, gracias, no quiero más.
Raúl. ¿Bien con Roque?
Mercedes 1. Sí. Ustedes saben cómo es. Cuando está afectado a la fuerza, está afectado a la fuerza.
(Comen)
Raúl. Mhj.
Mercedes 1. ¿Qué pasa?
(Silencio tenso)
Raúl. Nada, no pasa nada. (Toma vino) 
Mercedes 1. ¿No? sí, pasa, me parece que pasa algo.
Raúl. No, no pasa nada. (Busca el encendedor)
Mercedes 1. Sí pasa. ¿Qué te pasa Raúl? ¿Te pasa algo conmigo?
(Suena el teléfono)
Mercedes 3. Yo me voy.
Mercedes 1. ¿Eh? contéstame.
Raúl. Bueno mirá la verdad que sí.
Mercedes 1. Bueno, decí, no te lo guardes.
Raúl. A mi me parece que dijiste que tenías que abrir otra botella para tirarte el lance de que así nadie tomaría más vino…
Mercedes 1. ¿De tacaña querés decir? ¿Me estás diciendo tacaña?
Raúl. Y…
Mercedes 1. Pero hay que ser pelotudo. Mirá que no te voy a querer convidar vino, ¿porque no te vas un poquitito a la mierda? estoy cocinando para vos y tu mujer hace dos horas ¿y no te voy a querer convidar más vino?

(Mercedes 3 hablando por teléfono rompe en llanto, Mercedes 2 es la única que lo percibe y se acerca a ella. Mercedes 2 consuela a Mercedes 3 cerca del teléfono, hablan, sólo se escuchan entre ellas)

Raúl. Hay que abrir dijiste, ¿cómo te vas a olvidar que habías abierto esa botella ayer? ¿Cómo te vas a olvidar Mercedes? siempre fuiste especuladora, y tacaña.
Mercedes 1. Jajajá
Raúl. Siempre te tenés algo por debajo Mercedes, desde chiquita fuiste así, siempre.
Mercedes 1. ¿Y vos qué sabés? ¿Qué sabés?
Raúl. Mercedes, soy tu hermano.
Mercedes 1. Estás enfermo Raúl, enfermo. Y nosotros también. Padecemos una enfermedad incurable.

(Mercedes 3 y Mercedes 2 se recuperan y se acercan a la mesa)

Raúl. ¿Qué pasó? ¿Estuviste llorando?
Raúl. Está sensible Raúl, la fecha, viste.
Raúl. ¿Estás bien?
Mercedes 3. Sí, estoy bien. (Lo acaricia y se besan Raúl le ofrece un pañuelo ella seca allí sus lágrimas)
Raúl. Bueno (mira el reloj) falta poco ¿eh? lo voy a buscar a Abel al balcón. (Sale)
Mercedes 3. Bueno.
 (Entra el actor que interpreta a Raúl, vestido igual, con un papelito en la mano, mira a las Mercedes)
Mercedes 2. ¿Dónde estabas?
Abel. En el balcón. Me quedé dormido, leyendo. Papá está fumando, no quiere que se llene de humo acá.
Mercedes 1. ¿Qué es ese papel?
Abel. Nada. (Lo esconde)
...
(Mercedes 1 se retuerce tiene una dolorosa contracción la ayudan a sentarse)

Mercedes 2. ¿Qué te pasa?
Mercedes 1. No sé.
Mercedes 2. ¿Vos no estarás?
Mercedes 1. No, no estoy, no estoy.
Mercedes 2. ¿Segura? ¿No estás?
Mercedes 1. No, no estoy.

Abel. (Leyendo aparte:)                                  
“Somos retazos de ausencia
Somos las sombras
La ausencia nos da la forma
 Somos la luz que no está
Nuestra historia
Será contada por lo que falta”


(Baja la luz lentamente)

9
(Suena el teléfono, se sorprenden, escuchan, se miran, sigue sonando, nadie atiende)
Mercedes 1. ¿Quién será?
Raúl. ¿Quién puede ser?
Mercedes 1. No sé
Mercedes 3. ¿No vas a atender?
Mercedes 1. No.
Mercedes 1. Sí, ya voy (no atiende)
...
Mercedes 2. ¿En qué pensás?
Mercedes 1. En nada
Mercedes 2. Dale decime ¿en qué pensás?
Mercedes 1. En nada. No pienso en nada.
Raúl. Nunca dice nada.
Mercedes 3. ¿En qué pensás? ¿En qué estás pensando?
Mercedes 1. Pienso que sólo cuando morimos nos hacemos todos iguales, esos ojos vacíos, llenos de sombra, ese cuerpo despojado, como un saco que se dejó de usar para siempre. En ese instante, apenas después, somos la misma cosa.
Puedo ver entre sueños ciudades arrasadas, templos, palacios hundidos en el fuego; cuerpos tirados en el barro, al costado del camino, gruesas columnas de humo negro que dibujan en el cielo una palabra oscura. (Con una leve intención indigenista:) un clamor se hace, y es en mi sangre; y sólo sé que cuando truene no existirán razones, ni piedad, ni perdón, ni paraíso.
(Silencio afuera)
Mercedes 1. Voy a ver ¿alguien me quiere acompañar?
(Baja la luz lentamente)


10
Raúl. Tengo que entender, tengo que entender, acá no hay nada que entender, acá se acabó todo entendimiento posible.  (Saca un arma)                                              
Mercedes 2. ¿Qué? Raúl pará.  
Mercedes 3. Dejá eso. 
Raúl. Sos igual que la madre de esta mierda, igual, y está a punto de pasarte lo mismo que le pasó a ella.           
Mercedes 2. ¿Qué decís? Entonces vos…
Raúl.  Claro, fui yo. (Apunta, Mercedes 3 retrocede, sale al balcón caminando para atrás, Raúl dispara)
Mercedes 1. (Entra, con un sobre con una carta en la mano, apenas antes del disparo, habla después) está muerta. Parece que está muerta. La mataste.
Raúl.  ¿Quién la mató? (silencio tenso) ¿quién la mató? Contesten (silencio atónito) les estoy preguntando y más vale que contesten, y que contesten bien. (Les apunta con el arma)
Mercedes 1. Vos Raúl.
Raúl.  Eso, yo, Raúl. (Va hacia el balcón, los demás lo miran, antes de salir deja caer el arma, quiere encender el cigarrillo, no encuentra el encendedor, sale)
(Las mujeres, lloran, se abrazan, se consuelan, tragedia)
Mercedes 2. Ya no te envidio Mercedes, el final nos hace a todos iguales.
(Baja la luz lentamente)

11
Raúl. Tengo que entender, tengo que entender, acá no hay nada que entender, acá se acabó todo entendimiento posible.  (Saca un arma)                                              
Mercedes 2. ¿Qué? Raúl pará.  
Mercedes 3. Dejá eso. 
Raúl. Sos igual que la madre de esta mierda, igual, y está a punto de pasarte lo mismo que le pasó a ella.           
Mercedes 2. ¿Qué decís? Entonces vos…
Raúl.  Claro, fui yo. (Apunta, Mercedes retrocede, sale al balcón caminando para atrás, Raúl dispara, el tiro sale por la culata, Raúl cae)
Mercedes 1. (Entra, con un sobre con una carta en la mano, apenas antes del disparo, habla después) está muerto. Parece que está muerto.
Mercedes 3. ¡Raúl!
Mercedes 2. ¡Raúl, no!
Raúl. Raúl, ese es mi nombre. (Pierde el conocimiento, aparentemente muere)
(Las mujeres, lloran, se abrazan, se consuelan, tragedia)
Mercedes 2. Ya no te envidio Mercedes, el final nos hace a todos iguales.
(Baja la luz lentamente)

12
Raúl. Tengo que entender, tengo que entender, acá no hay nada que entender, acá se acabó todo entendimiento posible.  (Saca un arma)                                              
Mercedes 2. ¿Qué? Raúl pará.  
Mercedes 3. Dejá eso. 
Raúl. Sos igual que la madre de esta mierda, igual, y está a punto de pasarte lo mismo que le pasó a ella.           
Mercedes 2. ¿Qué decís? Entonces vos…
Raúl.  Claro, fui yo. (Raúl apunta el arma hacia su sien, retrocede, sale de escena, se escucha un disparo, Raúl muere)
Mercedes 1. (Entra, con un sobre con una carta en la mano, apenas antes del disparo, habla después) ¿Está muerto? parece que está muerto.
Mercedes 1. ¡Raúl, no!
Mercedes 3 Sí, Raúl.
(Las mujeres, lloran, se abrazan, se consuelan, tragedia)
Mercedes 2. Ya no te envidio Mercedes, el final nos hace a todos iguales.
 (Baja la luz lentamente)

13
(Suena el teléfono)

Mercedes 3. ¿No vas a atender?
Mercedes 1. Sí y no.
Mercedes 1. Ya voy (no atiende)
(El teléfono deja de sonar)
Mercedes 2. ¿En qué pensás?
Mercedes 1. En nada
Mercedes 2. Dale decime ¿en qué pensás?
Mercedes 1. En nada. No pienso en nada.
Raúl. Nunca dice nada.
Mercedes 3. ¿En qué pensás? ¿En qué estás pensando?
...
Mercedes 1.  Yo voy a ver. ¿Alguien me quiere acompañar? (espera una respuesta que se demora en llegar)
...
Contéstenme. ¿Por qué no me contestan? Contéstenme, hijos de puta. Reaccionen. El final nos hace a todos iguales una mierda. Detesto los finales, soy una mujer de principios.
(Baja la luz lentamente)

14
Mercedes 1. ¿Y Raúl?
Mercedes 2. Salió a tomar aire. 
Mercedes 3. ¿Raúl, dónde estás?
Abel. En el balcón.                                                                      
Mercedes 2. Estaba en el balcón. ¿Raúl, me oís?
Abel. Che, ya debemos estar.
Mercedes 3. Si, ya van a ser.
Abel. Debemos estar.
(Preparan las copas, sirven sidra, inquietud, ansiedad, nadie sabe la hora con exactitud)
Mercedes 3. Bueno, que ya van a ser.
Mercedes 2. Van a ser.
Abel. Van a ser.
Mercedes 1. ¿Ya son?
Mercedes 2. No, no, pero van  a ser.
Mercedes 3. No, no, ya son.
Mercedes 2. No, no, no son, pero van a ser.
Abel. Son menos tres.
Mercedes 1. ¿Menos tres?
Mercedes 3. Ya son, ya son
Mercedes 2. No, no son, no son.
Mercedes 3. Sí, sí, ya son, ya son.
Mercedes 2. Pero no, ¿qué van  a ser?
Abel. Faltan como tres minutos.
Mercedes 1. ¿Pero ya son o no son?
Mercedes 2. No, pero van a ser.
Abel. Van a ser, van a ser.
Mercedes 1. ¿Ya son?
Abel. No, no son.
Mercedes 3. Sí, si, son.
Mercedes 2. ¿Qué van a ser?
Mercedes 1. Sí, sí ya son, ya son.
Mercedes 3. No, no son.
Mercedes 1. Pero sí, ya son.
Abel. Escuchen,  escuchen: atentos que ya van a ser.
Mercedes 2. Atentos atentos.
Mercedes 3. Ya van a ser.
Mercedes 1. ¿Son?
Mercedes 2. ¿Son?
Mercedes 3. ¿Ya son?
Mercedes 2. ¿Ya son?
Abel. No, pero van a ser.
Mercedes 2. Van a ser, van a ser.
Mercedes 1. Van a ser.
Abel. Sí, van a ser.
Mercedes 3. Ya son.
Mercedes 1. ¿Son?
Abel. No, no, todavía no.
Mercedes 1. ¿No son?
Abel. No.
Mercedes 1. ¿Son?
Abel. Ya te dije que no.
Mercedes 1. Sí, recién, pero ¿ahora?
Abel. No, tampoco.
Mercedes 2. ¿Y ahora?
Abel. No.
Mercedes 3. ¿Ya son?
Abel. Sí.
Mercedes 1. Sí, ya son.
Mercedes 2. No, no son.
Mercedes 1. No, pero van a ser.
Mercedes 2. Ya son, ya son.
Abel. No, no son, no son.
Mercedes 1. ¿No son?
Mercedes 3. ¿Son o no son?
Abel. No, no son, no son.
Mercedes 2. Che, ya van a ser.
Mercedes 1. Van a ser.
Mercedes 3. Pero si no son.
Abel. No, no, pero van a ser.
Mercedes 1. Son.
Abel. No son.
Mercedes 3. Ya son, ya son, ya son.
Mercedes 2. ¿Son?
Mercedes 3. No, no son.
Abel. ¡Van a ser!, ¡van a ser!
Mercedes 1. No, nonononono, no son.
Mercedes 2. Son, sí, ya son, ya son, ya son.
Abel. Son son son son son.
Mercedes 2. No, no son.
Mercedes 2. Sí son.
Abel. Che, shhhhhhhh, que ya van a ser.
Mercedes 1. Ya son ya son ya son.
Abel. Que ya van a ser. ¡Ya son!
Mercedes 1. ¡Ya son!
Mercedes 3. ¡Ya son!
Mercedes 2. ¡Ya son!
Abel.  Feliz año nuevo.
Mercedes 3. Feliz año.
Mercedes 2. Felicidades.
Mercedes 1. Feliz año, salud.
(Besos, saludos, festejos)
Mercedes 2. (Deteniendo la acción, propone un brindis) Por los que no están.

(Brindan seriamente, con la intensidad adecuada a ese momento)

(Baja la luz lentamente)


15
(Mercedes 3 mira dentro de una cajita azul, suena un timbre, cierra la cajita, va a abrir la puerta, Entra Abel, con bolsos, recién llegado de viaje. Mercedes 3 y Abel se abrazan. Mercedes 3 lo invita asentarse, le convida un mate. Se sienta frente a él, lo observa)
Mercedes 3. ¿Cómo estás?
Abel. Bien.
Mercedes 3. ¿Comés bien?
Abel. Sí.
Mercedes 3. Acá están. Hay cartas, fotos. ¿Querés mirar?
Abel. No sé si mirar. Si leer las cosas que escribía. (Abel abre la cajita, mira fotos y cartas)
Abel. Eran muy amigas ¿no?
Mercedes 3. Sí. Éramos muy amigas.
Abel. Quiero que me cuentes de mamá.
(Mercedes 3 se inquieta, se pone de pié, duda, luego dice:)

Mercedes 3. Tu mamá era una mujer increíble. Tenía un dolor metido en el pecho, un dolor ancestral, irremediable, y no había ningún motivo para eso. Era una mujer hermosa, joven, tuvo un hijo, que era lo que siempre había deseado, te tuvo a vos, tuvo un esposo al que amaba, tenía buena salud, un buen pasar, el afecto de sus buenos amigos, el reconocimiento por su trabajo, tuvo todo lo que quiso y tuvo más, tuvo todo lo que la vida puede ofrecerle de bueno a alguien, y sin embargo algo la carcomía, la quemaba por dentro, un dolor impronunciable, que hacía que todo lo que la rodeaba se tiñera de azul, un azul de muerte. Cuando nos avisaron que una mujer se había tirado a las vías del tren comprendimos el tamaño de su dolor, cuánto la había horadado por dentro.
Abel. Yo no la vi más. No vi más a mi mamá. Después, como a los 3 años me contaron lo que había pasado. ¿Viste alguna vez un cuerpo arrollado por un tren? Yo no. Por acá no pasan trenes. Una vez, por esa época, en la ruta, vi un gato pisado por un camión. Había sido reciente, porque el cuerpo estaba aplastado contra el pavimento, y las patas delanteras y parte de la cabeza estaban sin aplastar, me acuerdo que lo que más me impresionó fue que todavía tenía en los ojos una expresión, como una mirada sorprendida. Yo era chico. ¿Sabés lo que pensé? Me acuerdo lo que pensé en ese momento. Pensé ¡Bien hecho! ¡Bien hecho! ¡Gato! ¡Bien! ¡Bien muerto! ¡Te moriste! ¡Te aplastaste! ¡Bien! Así no te vas a comer más a los pájaros ¡Bien hecho pájaros! ¡Se aplastó el gato! ¡Bien hecho!
Mercedes 1. (Entrando desde la cocina) ¿Qué hacés?
Abel. Hola. (Se besan y abrazan)
Mercedes 1. (Se sientan) (A Mercedes 3) ¿Por qué no me avisaste que había llegado?
(Silencio)
Mercedes 1. ¿Cómo estás?
Abel. Bien.
(Silencio)
Mercedes 1. Contame… ¿Cómo te fue?
Abel. Bien.
(Silencio incómodo)
Abel. ¿Así que está mejor la nena?
Mercedes 1. Mejor.
(Silencio incómodo)
Mercedes 3. Tiene novio.
Abel. ¿Tiene novio?
Mercedes 1. La nena, tiene novio.
(Silencio)
Abel. ¿Y papá? ¿Qué dice?
(Pone sobre la mesa un encendedor y un atado de cigarrillos) (Las mujeres perplejas)
Mercedes 1. ¿Fumás ahora?
Abel. No, son para el viejo. ¿Dónde está?
(Silencio)
Mercedes 3. Ahí, en el balcón.
(Sale Abel, lleva los cigarrillos y el encendedor, y también se lleva la cajita azul)
(Mercedes 1 mira a Mercedes 3)
Mercedes 1. Siempre volvemos a este lugar.
(Voz de Raúl, desde el balcón) ¿Quién es, esperamos a alguien?
(Mercedes 1 abre, entra Mercedes 2 bastante mojada)
Mercedes 3. ¿Qué hacés acá?
(No contesta, ojos de haber llorado)
Mercedes 1. ¿Llueve?
Mercedes 2. No, no llueve, pero llovió. Hace un rato.
(La miran esperando una explicación)
Mercedes 3. Estás empapada, te traigo una toalla.
Mercedes 1. (Trae un secador de cabellos). Tomá secate.
Raúl. (Entrando) ¿Qué pasa?
Mercedes 2. Hola.
Raúl. ¿Y tu novio?
Mercedes 2. No quiero contar. Ya por hoy tuve suficiente. No quiero hablar más de eso.
Raúl. Dale nena, contá.
Mercedes. Ya no soy una nena, estoy harta de ser la nena; y no les voy a contar lo que pasó. Esta vez no. Hay pollo ¿no? seguro. En esta casa todo es previsible, todo se repite, siempre…todo es siempre lo mismo…
Mercedes 3. (Interrumpiendo muy alterada) Basta, basta, por favor. Estoy harta de escucharte decir que todo es lo mismo siempre. Hagamos una cosa: nadie te va a volver a decir nena, porque, es cierto que ya no sos una nena; pero yo no quiero volver a escucharte decir que todo es lo mismo mientras vivas en esta casa, que es mi casa,  ¿o quién es la dueña de este departamento de mierda? ¿Quién? Yo. Así que ahora nos vamos a calmar todos y vamos a festejar año nuevo como corresponde, vos, yo, Mercedes, Abel y Raúl. 
Mercedes 2. Raúl…
Mercedes 3. ¿Qué decís?
Mercedes 2. ¿Dónde está Raúl?
Raúl. Acá estoy.
Mercedes 2. ¿Vos estás acá Raúl? ¿Estás seguro?
Mercedes 1. Pará Mercedes.
Mercedes 2. Vos no existís Raúl, estás muerto.
Mercedes 2. Nunca estuviste acá, hace 17 años que haces esto,
Raúl. Callate
Mercedes 2.  Un mes después de la muerte de Raúl empezaste y desde entonces no paraste. Eras un chico y nosotras te seguíamos el juego, para que no sufras, porque cuando se murió tu papá nos dejó solos a todos. (pausa, silencio) Hacías las cosas que él siempre hacía y nos reíamos, nos acordábamos de él, de las cosas buenas que tenía. Era una forma de que él volviera. Con el tiempo perfeccionaste la imitación, el modo de hablar, de pararse, cada pequeño detalle. Y tu papá estaba ahí, podíamos verlo. Te pusiste en la piel de tu padre, Abel. Te lo ponías bajo la piel y eso hacía que todos lo extrañáramos un poco menos. Hasta que un día entraste y nos preguntaste cómo te llamabas y vos mismo te respondiste. Actuabas para no sufrir. Por eso empezaste. Pero ya pasó mucho tiempo. Ya podés parar. Ya no te hace bien este juego. Y a nosotras tampoco.
(durante el anterior monólogo, Raúl va dejando de serlo y en la misma medida se va transformando en Abel; al finalizar, Abel se desarma del todo, ya no va a intentarlo, se pone muy mal, todos se ponen muy mal)
Mercedes 1. ¿Se sientan? Sentate Raúl, voy a servir. Vamos a pasarla bien.

(baja la luz lentamente)


16
Mercedes 1. Sí, otra vez.
Mercedes 2. Abel no comió casi nada.
Raúl. El pollo está riquísimo.
Mercedes 3. Estaba igual que siempre.
Raúl. No, estaba diferente.   
Mercedes 3. No, estaba igual. 
Mercedes 2. Siempre lo mismo.
Mercedes 3. ¿Qué es siempre lo mismo?
Mercedes 2. Todo es siempre lo mismo. Terminemos con esto de una vez. Yo me voy. (Mercedes 2 se levanta de la mesa, camina, se pone su saco y se va dando un portazo)
Mercedes 1. Yo también me voy. Acá tenés te dejo las frazadas y las almohadas.
Mercedes 3. El final nos hace a todos iguales.

(Baja la luz lentamente)

17
Mercedes 3. Sentate Raúl, voy a servir, vamos a pasarla bien.
(Se sientan a la mesa Mercedes 1 sirve todos comen)
...
Mercedes 1. (Los observa comer) Este año tiene un toque especial. ¿Sienten?
Mercedes 2. No, no.
Mercedes 3. No, no, no.
Raúl. No, ¿qué es? No me doy cuenta.
Mercedes 1. Una salsita que preparé.
Raúl. No, no, no sé.
Mercedes 2. No, no sé.
Mercedes 3. La verdad que no se le siente el gusto.
Mercedes 1. Es un sabor muy sutil. Casi imperceptible.
Raúl. Ah, sí, sí, puede ser.
Mercedes 2. Sí, si, si, ahora que lo decís sí, puede ser.
Mercedes 1. Lo que pasa es que la base de ajo es muy fuerte, y hace que el sabor de la salsita pase inadvertido.
Mercedes 2. Si, tenés razón, pero es cierto, hay algo diferente.
Mercedes 3. Mirá para mí está igual que siempre el pollo.
Raúl. No, no, fijate bien, hay algo diferente.
Mercedes 2. Un gustito así…
Mercedes 3. ¿No comés vos?
(Silencio, pausa mínima)
Mercedes 1. Si, ahora como.
Raúl. No, no sé que es, no puedo descubrirlo… ¿es orégano?
Mercedes 1. No.
Raúl. ¿Romero?
Mercedes 1. No.
Mercedes 2. ¿Tomillo?
Mercedes 1. No.
Raúl. Mhj. No, sé… bueh, otra vez será.
Mercedes 1. Sí, otra vez.
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Fin de los fines.

Guillermo Yanícola, Mar del Plata, enero 2007, corregido  junio de 2011.


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